sábado, febrero 12

Cuando los comentarios son una condenación.

La cárcel de papel ha eliminado los comentarios. Por lo visto, la causa principal son la falta de tiempo y los trolls, los cuales aprovechaban la mínima ocasión para pegarse los unos contra los otros, y que Álvaro Pons llegaba a recibir llamadas de reproche por sus opiniones negativas sobre algún tebeo.

No es la primera vez que veo a un bloguero perjudicado por los comentarios de su blog. A Runtime-Error, el webcomiquero polemista, le llegó una exigencia de retirar ciertos contenidos por parte de un bufete que representa a cierto Innombrable engominado, lo que denuncié en su día. Los motivos fueron dos: Runtime se rió de él en varias de sus tiras y, especialmente, en los propios comentarios la gente lo ponía a parir.

Un caso más reciente es el de esta entrada de Mostrenco, que recibe cada cierto período de tiempo una crítica exagerada (aunque debo admitir que se da la Ley de Poe y puede ser una broma).

Los comentarios en la red son valiosos y útiles para el bloguero, pero mientras puedan ser tomados en cuenta. En el caso de Álvaro he visto entradas con más de cien comentarios y ya fue nominado en los X Picadlo!s por una con 421, discusión que duró un fin de semana completo. Además, actualiza todos los días una media de cinco veces con micronoticias. Y hay que tener en cuenta su paternidad y que algunos energúmenos aprovechen para tirarse los trastos en su blog. Me parece muy esforzado por su parte que continúe su labor.

No deja de resultar extraño, porque en los programas televisivos se advierte que la cadena no se responsabiliza de las declaraciones de sus invitados. ¿Deben hacerlo, pues, los blogueros? Para evitar que un bloguero sea demandado por un comentario de un lector, ¿basta con colgar un texto que asegure lo anterior? ¿Es necesario firmarlo con sangre?

Personalmente, todo esto me ha recordado a mi época en foros, y a la existencia de los moderadores, muchas veces usuarios veteranos y/o muy participantes. Quizás sea necesario, en algunos casos, permitir que haya un moderador diferente al autor del blog. Puede parecer que digo una locura, pero me consta que algunos blogs como el Proyecto Seléucida tienen, además de su autor, Seleucus, a un responsable informático. Además, cuando los comentarios llegan a cien en pocas horas, ya es difícil que el autor pueda leerlos.

Me parece mejor alternativa que tener que prescindir de estos.

* He estado tentado de escribir "desafortunado", pero lo he corregido porque no siempre es así. En el caso de Runtime-Error, quitó todos los comentarios que nombraban a Ramoncín, sin importar su contenido.

4 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Yo es que, sinceramente, no acabo de entender a esa gente que va buscando blogs contrarios a su pensamiento o a sus gustos para entrar a liarla. Una cosa es una respuesta oportuna a algo que no te ha gustado y otra es ir buscando gresca intelectual a todas horas

capolanda dijo...

Bueno, la gresca de según qué trolls sólo es "intelectual" si uno acepta que cualquier excusa vale contra el otro bando ideológico.

J. G. dijo...

me encanta la primera norma, el no insultar, me ha hecho sonreír.

saludos

capolanda dijo...

¡Saludos a ti también, J. G.! Impuse esa norma por los mismos motivos que me han llevado a escribir esta entrada.