domingo, febrero 27

Cocinando con amor. Parte I.

-¡Bienvenidos al programa de cocina Homo hominivorus! Saluden a nuestros presentadores… ¡Danny y Michiru!
Un chico rubio y una muchacha castaña saltaron al centro del plató.
-¡Hola, amigos!-el público aclamó al joven-Buenos días, Michiru.
-¡Hola, Danny!-la muchacha se pasó la mano por el pelo, y sonrió alegre-¡Hola, gente!
Incontables aplausos y gritos de “¡Guapa!”, “¡Eres la cuarta tentación!” y “¡Si no contestas a mis cartas, te mataré!”.
-¡Venga, amigos!-el joven adoptó un aire serio-¿No querrán asustar a la pobre Michiru?
-¡Tranquilo, Danny! Son las señales del honor de una famosa. ¡Mira!-se desabrochó la hombrera del lado izquierdo. De nuevo, el griterío volvió a interferir con silbidos y expresiones malsonantes. Entonces cesó: Michiru tenía una cicatriz que seguía su clavícula.
-Esto es la muestra de cariño de un fan, airado porque no podía contestar a sus cien e-mails semanales-sonrió-Los chillidos no me asustan.
El público volvió a aplaudir, entusiasmando. Danny pidió silencio.
-Bien, su amor por Michiru será recompensado esta misma noche. ¡Esta tarde, cocinaremos a Michiru!
La aclamación se silenció todo lo demás. De pronto, cesó.
-No nos gusta silenciar a nuestro querido y respetable público, pero es necesario si queremos que el programa continúe. ¿No es así, Michiru?
-¡En efecto!
-Por tanto, ¡empecemos ya!-Danny señaló una parte del escenario, y se iluminó. La cocina apareció, con cuatro hornillos, un fregadero, una sartén, cuchillos y una camilla para los preparativos previos de la comida.
Danny y Michiru corrieron jovialmente, y se dirigieron a la camilla donde ella se sentó.
-Bien, debemos prepararnos, ¿cierto, Danny?-y empezó a desnudarse.
-Querido público, lo siguiente es importante de memorizar. Para que nuestro plato de esta noche salga bien, es preciso que la carne de Michiru esté en el mejor estado posible. Para ello, es preciso que Michiru muera justo después de alcanzar el orgasmo.
Danny empezó a desnudarse. Fue colocando la ropa encima de una silla, Michiru fue depositándola sobre la camilla. Finalmente, ambos acabaron desnudos.
-¿Empezamos, Danny?-preguntó Michiru. Cuando se giró, sus pechos se mantuvieron firmes.
-¡Por supuesto!-dijo Danny-Querido público que no guste de la cocina de Homo hominivorus, ¡al menos préstennos atención en las escenas de sexo!-se quitó toda la ropa, y se dirigió a Michiru.
Ambos empezaron a acariciarse. Después, se agarraron con fuerza
-¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!-gemía Danny.
-¡Ahm! ¡Ahm! ¡Ahm!-coreaba Michiru.
De pronto, la cópula de la pareja pasó a ocupar la esquina superior derecha de la pantalla y se cortó el sonido. En el resto de la pantalla, un anuncio de McDonald’s aseguraba que comer en sus restaurantes aseguraba un braguetazo que resolvía la vida del afortunado consumidor. Tras este, apareció uno de una compañía de seguros que prometía un descuento del precio de la póliza durante los siete primeros meses si el cliente le hacía un seguro de vida a su cónyuge. El valor de la indemnización se duplicaba si el cónyuge moría durante la semana posterior a la firma. Después, otro anuncio ofertaba una nueva crema para la celulitis. La actriz, una mujer estupenda, aseguraba encontrarse insatisfecha con su aspecto.
Mientras tanto, Michuru se puso boca abajo y Danny de cuclillas. Por último, los dos se tendieron juntos y acabaron. El plano con la pareja abrazada volvió a ocupar toda la pantalla.
-¿Lista, Michiru?-preguntó Danny, y cogió un cuchillo de la mesa de cocina.
-¡Sí!-gritó ella alegre, y Danny le cortó el cuello. El plasma salió a presión al principio, pero perdió su ímpetu. Danny levantó a Michiru y la depositó con suavidad sobre la camilla. Entonces, se volvió serio al público.
-Amigos, tengo que decirles que Michiru… ¡vuelve a estar con nosotros!-señaló a su izquierda, y una nueva Michiru, idéntica a la anterior excepto en su vestimenta y un hilo saliendo de su oído, apareció.
-¡Hola, Danny!-se pasó la mano por el pelo y sonrió picarona-¡Hola, peña!
Michiru esperó, pero entonces se cruzó de brazos molesta.
-No es lo mismo cuando puedo oír las expresiones vulgares-comentó. Danny se acercó a ella y le pasó la mano por el hombro.
-Michiru, explícale a nuestro público cómo puedes estar con nosotros aunque te haya cortado el cuello-la Michiru muerta seguía sangrando.
-Verás, Danny: no acabas de cortarme el cuello. Has cortado el cuello de una réplica de mi cuerpo.
-Pero es necesario aclararlo: ¿Eras tú la que estabas conmigo, hace un momento?
-No estaba, pero he actuado a través de este cuerpo. Esta réplica, Danny, es un Clon Sintético Pandora 3000®, la última novedad en mujeres artificiales.
-¡En efecto, amigos! Es muy importante que tengan en cuenta este detalle: una mujer artificial no es legalmente una mujer, por tanto no es una persona, lo que significa que no he cometido un crimen. No obstante, esta unidad era realmente impresionante, ¡pues era idéntica a ti, Michiru!
Mientras hablaban, un recuadro resumió las palabras de Danny.
MUJER ARTIFICIAL -> NO ES UNA PERSONA -> NO ES UN ASESINATO
-¡Así es! Hasta ahora, los modelos Pandora reproducían simples arquetipos, pero tras la fusión del grupo Pandora y la clínica de rejuvenecimiento Géminis, ¡puedes encargar tu propio clon!
-Y aparte del placer de disfrutar una comida en compañía y a partir de los amigos, ¿qué ventajas ofrece el nuevo modelo de Pandora?
-Pues uno, Danny, puede vivir aventuras sin preocuparse de las molestas recuperaciones o de la posibilidad de acabar como pienso animal.
-¡Fantástico! Pero entonces, ¿cómo ese modelo tenía una cicatriz?
-Es que, mientras practicaba, realmente me atacó un fan. Es necesario para que el cuerpo esté bien entrenado.
-¡Ah, bien! Empecemos ya a preparar el plato, ¿estás lista, Michiru?
-¡Por supuesto! Aunque espero no confundirme y cortarme los brazos que estoy usando-rieron-Ya es rara esta sensación de proyección astral…
Tomaron a Michiru y empezaron a pelarla. Al rato, habían acabado, y empezaron el despiece, que terminó enseguida. La Michiru muerta acabó en unos cubos que contenían su cabeza, sus dos brazos, su torso, y sus piernas. Danny se limpió la sangre, y señaló al lavabo.
-¡”Lavémoste”, Michiru!
-¡Jajajaajaja! ¡Sí!
Llevaron los cubos al fregadero, y trataron con mimo cada pedazo de carne, como si fuera un cachorrito.
-Escuchen, amigos-Danny habló seriamente, y juntó las manos ensangrentadas-Es importante que sigan nuestros pasos a partir de ahora. Primero, retiraremos las partes de Michiru que no vayamos a comer.
Lentamente, Danny retiró las manos, los pies y el cabello de Michiru.
-¡Menos mal que estabas bien depilada!
-¡Anda, Danny!-lo golpeó en el hombro con ganas, lo que le dejó parte de la sangre de su clon Pandora.
-¡Ten cuidado, Michiru! Sé que los clones Pandora tienen una calidad asegurada de estar sanos, pero las manchas de sangre son difíciles de quitar.
-¡Huy, lo siento! Bueno, empecemos. Querido público, esto son los platos que prepararemos hoy-Michiru extendió el brazo, y apareció un cuadro de texto que incluía las recetas del día.
-SESOS DE MICHIRU
-ASADO DE MICHIRU
-COSTILLAS DE MICHIRU
-FILETES DE MICHIRU
-PINCHITOS DE MICHIRU
-Bueno, Michiru, es necesario arrancarte las costillas y la cabeza-dijo Danny y la amenazó con el cuchillo de carnicero mientras sonreía.
-¡Vale ya, Danny!-rió Michiru mientras, de un machetazo, le cortaba la cabeza a su avatar. Tomo su propia cabeza, y con voz shakesperiana recitó.
-“¡Ay, pobre Michiru! Yo la conocí, Danny: era una mujer de gracia infinita y con una belleza portentosa.”-recitó Michiru. Rieron con ganas.
Entonces, Danny desplegó una herramienta de punta curva.
-Amigos, la sabiduría de los antiguos se une a la eficacia de la tecnología moderna. Los egipcios extraían el cerebro de los antiguos con ayuda de instrumentos parecidos a este. Para preparar los sesos de Michiru, usaremos este instrumento eléctrico, capaz de extraer el cerebro en las condiciones necesarias para prepararlo-dijo, y durante diez minutos estuvo dedicado a la tarea.
-Bien, ahora prepararemos los filetes-comentó Michiru, y arrancó las piernas de su avatar Empezó a retirar la carne en lonchas con otro cuchillo. Danny había acabado de sacar el cerebro y lo había depositado en un barreño, y se dedicaba a machacar los filetes.
-Bien, Danny, ahora preparemos los pinchitos.
Estos se prepararon de los brazos de la Michiru falsa. Cada uno empezó a triturar pedacitos. Al rato, lo tenían casi todo listo.
-¡A la vez, Danny!-dijo Michiru, y los dos le arrancaron sendas mitades del costillar al avatar. Todo estaba listo.
-¡Bien, amigos!-comentó Danny-los restos que queden de Michiru deben tratarse como la basura normal y corriente, pero introducidos en una bolsa especial. Así no se asustará a otro pobre basurero.
Danny abrió la bolsa mientras Michiru tiraba hacia su interior las partes que no iban a usar: la cabeza, las manos y los pies, que se asemejaban a esas representaciones teatrales en las cuales el actor esconde su tronco. Después, tiró los huesos, la piel y el pelo, formando un pequeño túmulo.

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