lunes, enero 25

¿Para esto acabé la carrera hace dos años?

Un tribunal, compuesto por tres profesores y dos alumnos de la Universidad Hispalense, intentaba dirimir una disputa.
-A ver si lo entiendo, ¿usted acusa a esta alumna de desnudarse?-preguntó uno de los profesores.
-¡No! Yo la acuso de desnudarse durante el examen para copiar, hecho que además impidió a los demás la realización del examen-contestó el profesor.
-¡Lo de copiar es mentira!-se defendió la alumna-Acerca de quitarme la ropa, me senté en la última fila, donde nadie podía verme. ¡Fue usted el que provocó que los estudiantes se fijaran en mí!
-¿Tú crees que habrías pasado desapercibida?
-¡Claro que sí! Era un examen, no una cafetería.
-¡Señores, esto es de locos! ¡Debería haberla expulsado de allí mismo!
-¿Por qué afirma usted que se desnudó para copiar?-preguntó uno de los alumnos.
-¡Porque llevaba chuletas en los muslos!
-Disculpe... ¿Las llevaba escritas?
-¡Claro!
-¿Tiene usted alguna prueba de ello? ¿Alguna foto con el móvil?
-¡No! No llevo móvil durante los exámenes para que no moleste a los alumnos...
-Bien, pues con los testimonios recogidos, sólo podemos llegar a una conclusión-comentó otro de los profesores del tribunal, lo que hizo que los litigantes se pusieran tensos.
-El profesor deberá asumir la responsabilidad, puesto que fue él quien puso a los alumnos nerviosos con su actitud.
-¡Yuju!-gritó la chica.
-¡Esto es esperpéntico!-protestó el profesor.
-Yo lo veo más kafkiano-comentó el otro alumno.

Aclaración: Sí, sé que la normativa se ha retirado, pero me he atrasado por varios motivos. Y sí, sé que la normativa no daba derecho a copiar, lo que tampoco significa que me pareciera lógica.

lunes, enero 18

Decálogo del perfecto cretino.

Supongo que ya habrá textos parecidos, pero no he podido resistirme a escribir el mío.

Actitud

1. Abandone cualquier idea de exponer su opinión con tranquilidad para convencer a sus oponentes, y más aún comprender su punto de vista. Actúe en todo momento como si usted se encontrase ante una catástrofe: nervioso, despectivo e histérico.

2. Olvide las comas, puntos y demás signos de puntuación, y la ortografía si le apetece. Como usted bien imagina, el orden es un síntoma de debilidad. ¿Acaso alguien respeta el turno de palabra en un programa del corazón? ¡Sólo los tontos! Lo correcto es escribir todos los argumentos uno tras otro, sin pausa alguna que facilite su lectura, de modo que sus lectores tengan la sensación de que usted habla atropelladamente.

3. Busque en cualquier momento una oportunidad para desautorizar a sus oponentes, para así no tener que pensar en los fallos de sus argumentos. No dude en usar la raza, el sexo o la nacionalidad. Esto no significa que usted sea un imbécil integral, sino que es políticamente incorrecto. Tampoco titubee si los acusa de ser parte de una conspiración peligrosa.

Las razones de sus oponentes

4. Exagere un fallo nimio de sus oponentes para así no tener que enfrentarse a las partes donde llevan razón.

5. Tergiverse los argumentos de sus oponentes, y atáquelos en base a esta mentira. Si usted es imaginativo, puede inventarse argumentos y atacar desde ahí, desconcertándolos.

Sus propias razones

6. No base sus argumentos en hechos tangibles, aunque sean apropiados. Ejemplifique con hechos hipotéticos imposibles de falsear, a no ser que existan infinitos universos alternativos. Si además le añade al discurso cierto tono pseudopoético o ñoño, quedará perfecto.

7. No use argumentos propios, aunque sean coherentes. Es mucho mejor si usted copipega un número enorme de citas y las junta en un solo texto, aunque no tengan relación entre sí ni/o con el tema. Por supuesto, no piense siquiera en continuarlo con un ejemplo de su invención que dote de significado al conjunto.

En caso de emergencia

8. Cuando usted haya metido la pata, puede echarle la culpa a su hermano, a su padre, a su perro, a las ardillas o a su doble malvado. Declare que su hermano, su padre, su perro, las ardillas o su doble malvado fue quien insultó a todos sus oponentes, hizo el ridículo o pidió una página de descargas con animación japonesa pornográfica.

9. Si usted se encuentra en manifiesta inferioridad, hágase pasar por otras personas que lo apoyan. Si Juan Pujol García fue un héroe por fingir redes de información ficticias para engañar a Hitler, ¿por qué no usted?

10. Si ya no le quedan más trucos, lloriquee. Es posible que despierte la compasión de alguien, especialmente si recurre a temas de sensibilidad social, como el maltrato a la mujer, el cambio climático o cualquier guerra que tenga lugar en el momento. Así, usted parecerá la víctima y sus oponentes, una pandilla de malvados.

¡Ea!