domingo, diciembre 25

Plan navideño.

¡Buenas!
Hace tiempo que no posteo, y aprovecharé las fiestas para escribir un poco. En primer lugar, feliz Navidad a aquellos que les gusten estas fechas, aunque sólo sea por los regalos. Yo ya he hecho mis compras, cosas de que en tu casa no sea costumbre intercambiarse regalos y que tus aficiones sean bastante desconocidas para el resto de la familia (Lectura, videojuegos... ¡Aaaah, qué desconocidos!). Este año he comprado un libro, Un coro de niños enfermos, catalogado como terror, pero más bien me parece intriga. Trata de un terreno pantanoso de Estados Unidos atrasado, que atrae a todos los desesperados, en el que el protagonista, jefe de la familia más rica y odiada del pueblo, cuida su hacienda y de sus tres hermanos, unos siameses unidos por el lóbulo frontal (sí, por enciam de la frente), de modo que sólo pueden verse a ellos mismos mientras hablan a la vez. De momento, todos los sucesos son sumamente grotescos, con intentonas de rodar películas pronográficas con los siameses y dos tías drogadas... Ya os hablaré cuando lo acabe.
Por otro lado, he comprado Prince of Persia: El alma del guerrero, gran juego de oferta. De momento, me gusta más que su predecesor, especialmente por la gama de movimientos del príncipe y la mejora en la lucha que ha ganado el juego. Quizás no me convenza el tema rockero de las luchas, pero bueno...
Y por último, una tarjeta de memoria de PS2, que no me cabían las partidas.
Por otro lado, en Navidad tengo que estudiar y hacer un trabajillo. Espero que pueda hacerlo todo, porque además quiero escribir los posts de los andalucismos (ya es hora) y un par de Lost Levels. Hasta entonces, sigan atentos y que lo paséis bien esta noche.

miércoles, diciembre 7

Lo inimaginable.

Hay ocasiones en la vida en que te encuentras de cara a lo extravagante, sin más. Puede que sea porque yo no soy tan extraño como mi friquismo puede presagiar, o que cierta gente tiene características que hacen que tengan ideas muy peculiares. El caso es que pude comprobarlo el pasado miércoles, durante las prácticas que he estado realizando las dos últimas semanas.
En uno de los experimentos realizados, era necesario el uso de agua desionizada y destilada, que se obtenía de un depósito del departamento de química física. Así, fui más de una vez con los dosificadores de agua (iba a llamarlos "sifones", lo que ahce llamar un recipiente como su contenido) allí. Pero ese día vi un despacho abierto, y al primer vistazo vi la nuca de un señor negro sentado, esto es, de espaldas a mí.
Entonces recordé los rumores que oí de lejos sobre un profesor que "tiene un negro en su despacho y todos los días le da una página de química física para que la estudie". Esa historia me parecía algo peregrina, pero supuse que lo único que ocurría es que ese profesor ejercía de tutor o director de tesis con un alumno de origen africano, y que le pasaba dicha hoja para que se adaptara a la lengua, o sólo por su bien. Que la gente se extrañara por la raza, me era indiferente.
Por tanto, me detuve y observé con detalle. Me sorprendieron de entrada varias características raras: Ese señor tenía una cabeza muy extraña, un sombrero antiguo y una piel de textura y brillo extraños. Y tanto que era poco normal, como que lo que estaba en la silla era un muñeco. Negro, eso sí. En ese momento sólo pensé que estrafalaria ocurrencia sentar a un muñeco, cuando mis movimientos me permitieron captar algo hasta ahora fuera de mi campo de visión: ¡Un libro perfectamente abierto ante el muñeco!
Riendo algo nervioso, salí de allí. Mi padre dice que sencillamente es una manera del profesor de quedarse con los alumnos para causar interés. Quizás esta teoría explique que el mismo profesor obligue a los alumnos a reverenciar una fotografía de Boltzmann y que dé caramelos termodinámicos (que no, que "caramelos" no es un eufemismo ni una metáfora). El hecho es bastante famoso, aunque yo no lo haya sabido hasta ahora. Todas estas actividades son conocidas como sus "peculiaridades".
Sólo concluyo: Alguien capaz de algo así es imprevisible, a no ser que no cambie de año a otro. Puede que el curso que viene lo tenga en clase, ya os contaré entonces. ¡Y reconoced que es algo inaudito, vive Diox! ¡Juas!

lunes, diciembre 5

Estos geólogos...

Hola.
Estoy de mal humor. Estoy matriculado en dos asignaturas de libre configuración relacionadas con los minerales que prometían ser fáciles: Una de ellas se evalúa por examen final con los apuntes delante, y las actas no recogen contas inferiores al siete (los no presentados no cuentan). La otra era incluso mejor: Sólo bastaba con ir a clase y hacer un trabajo, y si cumplías estos requisitos, hacías un examen.La primera no me ha decepcionado, pero la segunda... ¡Llevo un examen hecho y tengo otro este jueves! ¡Y encima estando de prácticas a la misma hora de los exámenes, la misma de las clases! Mira que las prácticas duraban sólo nueve días, pues nada... ¡Han acertado de pleno! Es una canallada: Si no quieres hacer examen, no lo hagas, pero no cambies de opinión a medio curso. Ni que decir que mucha gente ha abandonado una asignatura fácil... Algunos profesores están demasiado acostumbrados a hacer lo que les da la gana... Al menos, el examen de este jueves, el de prácticas de reconocimiento de minerales, permite apuntes y promete ser sencillo... El de este martes era algo duro, y sin apuntes...
Vale, empecé a escribir esto la semana pasada, y de momento tengo un 9.5 sobre 20, 4.75. Tampoco está mal, pero a ver cómo hice el otro... De todos modos, la mayoría de los alumnos del curso pasado aprobó la asignatura.
En esta asignatura, por cierto, he asistido a una valiosa lección de lenguaje. Resulta, amiguitos, que nos equivocamos cuando usamos palabras como dureza o piedra. Dureza es la resistencia de un material a ser rayado o labrado, y piedra es la roca usada en construcción u ornamentación. Así, los cantos rodados no son piedras, sino rocas pequeñas. Da igual, por lo visto, que la ciencia que estudia las rocas se llame petrología o exista el verbo apedrear (para lapidar, entonces, necesitas ladrillos, que sí son piedras).
Que sí, que se dice para enseñar el volcabulario mineralógico, pero es una tontería como un camello decir que la gente no sabe hablar por esto. Eso sí, la RAE dice que dureza no es que algo no sea frágil, como entiende la gente, sino que no sea blando. Curioso.
Falta poco para el examen de diciembre que tengo que realizar, espero aprobar, pero más que nada quiero quitármelo del medio. No me gusta diciembre, no. Nunca me he presentado por estar en pleno curso... De hecho, no todas las universidades lo convocan. Claro que, con las exigencias de ciertas carreras, es imposible no repetir o aprobar en septiembre o diciembre. Sigh...
He realizado unas prácticas variadas de la asignatura optativa en que estoy matriculado. Han estado entretenidas, con observaciones con microscopía electrónica de objetos de pocos nanometros y medidas del diámetro de glóbulos rojos y el grosor del cabello. Unas prácticas con ejemplos directos de la utilidad de la teoría.
Y ya en el terreno del ocio, he estrenado ADSL, aunque todavía se cae mucho. Ya puedo visitar el blog de Deed o el de ADLO! sin temer ver la mitad de las imágenes no cargadas.
Ya han empezado las novedades de Navidades. Libros, juegos y demás empiezan a colapsar las estanterías, y como siempre hay demasiadas cosas interesantes, y poco tiempo y dinero, pero nunca vamos a tener el suficiente de cada uno, no sea que seamos demasiado felices entonces. ¿Que qué me pasa? Nada, que hay quien lleva algo de razón cuando dice que no se debería pagar por ver películas, leer o jugar. ¡En fin...! Habrá que seleccionar, como siempre.
He visto The Ring, gran película, aunque es muy diferente del libro, empezando por la naturaleza y la vida de la propia Sadako y que el protagonista era masculino en el libro (pero se llamaba igual, Asakawa). Eso sí, a grandes esquemas generales es la misma historia. Antes de recibir preguntas, ha sido emitida en Sevilla Televisión, cadena local.
Y viene un puente, ideal para estudiar el jodido examen. De momento, nada más, que tampoco tengo una vida social demasiado intensa (¡Juas!). Saludos, y ojo con que os pique un pollo.