domingo, septiembre 30

Pues nada...

¡Hola! En el momento en que escribo esta entrada, he cateado las dos asignaturas que me quedaban, he acabado las prácticas de empresa, y puede que haya perdido la oportunidad de obtener una beca de colaboración en un departamento de la facultad, porque el plazo duraba hasta el día en que acabé las prácticas, que fue este mismo viernes. Cosas del sistema universitario: La matrícula puede esperar hasta mediados de octubre, pero la libre configuración y demás hay que solicitarlo casi a toda prisa, a veces antes de los exámenes de septiembre. De todos modos, ya veré si tengo la oportunidad de apuntarme fuera de plazo...
Al respecto, las prácticas de empresa han sido excelentes: He trabajado mucho, he observado muchas técnicas de procesado de la aceituna de mesa, y he aprendido un par de sistemas para medir el color de muestras. En resumen, tengo un buen sabor de boca, y por fin he dedicado un verano a una labor de provecho. Lo último que he estado haciendo es el envase de muestras para la determinación de polifenoles, que debido a la rapidez a la cual se degradan a temperatura ambiente, las aceitunas han de ser envasadas en un recipiente y bañadas en nitrógeno líquido. Tras esto, se introducen en el congelador y se espera hasta que estas estén congeladas, momento en que escoge una muestra, se seleccionan unas cuantas aceitunas y se rompen a martillazos (sí, romper, no aplastar), se pasa la pulpa sin el hueso a un mortero, y esta pulpa se pulveriza, procurando en todo momento que la pulpa siga congelada mediante adiciones de nitrógeno líquido. Así se evita la degradación de los polifenoles, y se determina posteriormente la cantidad existente. Lo realmente curioso es que la pulverización se realiza en una cámara frigorífica a siete grados centígrados, así que imaginad el frío que pasé al principio dentro, ya que hay que mantener la puerta encajada...
Aparte, mañana me enteraré de si soy admitido en algún laboratorio fuera de plazo, o si tendré que probar a entrar en uno por mi cara bonita, porque volveré a las clases y no quiero emplear un año en sólo dos asignaturas y sacarme el carnet de conducir. Curiosamente, las clases han empezado esta semana, pero aún estaba de prácticas. En cualquier caso, es hora de apretar los codos, y portarse bien, independientemente de cómo sea el profesor, porque en caso contrario, los alumnos no son sino animales:



(Ahora entiendo por qué dicen que todo es mejor con un mono, ¡jejejejeje!)
Y eso, básicamente, es todo respecto a mi vida personal. Ahora voy a comentar cierto tebeo que merece un comentario: 20th Century Boys. He llegado hasta el tomo 18, y por fin entiendo lo que decía Draug: Urasawa está volviendo a contar la historia del principio. Se ha presentado al fin a Amigo en sí, y no a través de los testimonios de otros personajes sobre él, pero se está volviendo a contar lo que ya se sabe. No digo que no me haya gustado, ni tampoco que la obra de haya vuelto mala, pero se está reiterando, a pesar de que el tomo 18 mejora un poco, con cierta novedad que realmente podría ser tenida en cuenta. Teniendo en cuenta que me faltan cuatro tomos para el final, dejaré para entonces mi evaluación del tebeo.
Y eso es todo, lamento no contar nada más, pero entre prácticas y estudios (la verdad es que tuve mala suerte en un examen, me entretuve en una pregunta, y en el otro me quitaron nota por "falta de razonamiento"), tampoco he tenido un verano muy interesante, pues no he ido a ningún sitio de vacaciones. Y leo más cosas, pero o no merecen ser comentadas ahora mismo, o queda poco para que las tenga completas (Death Note). Además, en Canal 2 Andalucía se han vuelto a portar bien y están siendo emitidas Keroro Gunsô, Tsubasa: Reservoir Chronicle y Bobobo-bo Bo-bobo; en doblaje español a ratos algo infame, pero se agradece. Ya comentaré más adelante al respecto.
Eso sí, anuncio que el mes que viene probablemente contraatacaré con una nueva entrega de Crónicas de los Diez, ya que habrán pasado seis meses desde la anterior entrega (no quería una periodicidad semestral, pero bueno...). Quizás también ataque con una nueva Hilaridad, pero más vale que me ponga a ello cuanto antes, ¡hasta entonces!

P.D: Ninguna aceituna ha sido congelada, rota o pulverizada durante la redacción de esta entrada.
P.P.D: Asimismo, tampoco ha sido agredido ningún maestro de monos (que yo sepa).