lunes, diciembre 31

¡Consumismo por todas partes!

¡Lo que leéis! ¡Llegó la Navidad, y con tres semanas de antelación! Desde antes del puente de la Inmaculada y la Constitución, se han podido ver anuncios acerca de las felices fiestas, y de cuánto y cómo podemos comprar para celebrarlo. Todo ello aderezado con películas de Papá Noel, o clásicos que siempre son emitidos en estas fiestas y que casi todo el mundo ya ha visto; provocando que la gente esté cansada de la Navidad incluso antes de que esta empiece.
Y una vez acabada esta protesta contra la presión publicitaria...
¡Hola! Heme aquí, dispuesto a actualizar en plenas fiestas. Deseándoos felicidad durante las mismas, aviso que vienen más reseñas, a falta de otras cosas interesantes que comentar. Algún día subiré algunas de las historias que estoy escribiendo, en serio. Para evitar atosigaros, estas serán muy breves.

Tebeos
Death Note
Doce tomos componen esta colección, como doce meses un año. Sin duda, no es en absoluto mala serie, pero sufre un bache en el tomo 8 que provoca que decaiga hasta el final. De todos modos, la conclusión no decepciona, sin alejarse de la tónica de la serie, que se centra en la batalla mental de dos genios.
No obstante, está claro que vuelve a contar la misma historia a partir del tomo 7, lo cual, sin ser criminal, sí es pesaroso. Aunque me gustó el fin de la primera parte, no puedo evitar la sensación de que la historia se habría podido resumir en nueve tomos, por poner un ejemplo, sin necesidad de una segunda parte.

20th Century Boys Esta obra también ha llegado a su término… o no, porque Urasawa, incapaz de atar todos los cabos, continuará la trama en 21st Century Boys, que empezó el pasado julio. En Japón, claro. Aquí, toca esperar.
Lo cierto es que, en mi humilde opinión, Urasawa podría haber acabado mucho antes. A partir del tomo 17, decidió complicar la trama innecesariamente, que no malamente. No digo que me haya disgustado el contenido, sino el modo. Le ha pasado lo que le ocurre a Padre de familia: Ha querido hacer tantas referencias, que al final la trama principal la ha descuidado. El problema es que, claro, en este caso sí importa. De todos modos, es justo esperar a ver qué sale de 21CB (siglas que me he sacado de la manga). Tampoco debería tardar demasiado en finalizar dicha secuela, tan pronto como desvele los secretos restantes, aunque es bien capaz de sacar diez tomos tan pronto como se descuide.

Lamu Continúa en su línea, y destaco que ha alcanzado algunos de los episodios más celebrados de la serie. Curiosamente, en el tomo 6 aparece el que sería el último de esta, aquel del día de las representaciones artísticas. Aparte, el tono de cachondeo indiscriminado se mantiene, y se agradece. No obstante, aquellos que esperen encontrar al grupo de admiradores de Lamu, que se fastidie: En realidad, dichos personajes aparecieron sólo durante los primeros capítulos, para desaparecer rápidamente, y en su lugar tener a Kôsuke, que se parece a Permanente, pero en feo, y más como amiguo de Ataru que como seguidor incondicional de Lamu (por supuesto, también le gusta, pero como a cualquier otro). El resto de personajes se mantiene: Benten, Oyuki, la princesa Kurama, Shûtarô (Mendô)... Y acompañado de referencias a la cultura de los ochenta y los clásicos japoneses, siendo los últimos explicados en valiosas notas de traducción. Una joya, en resumen.

En red
Krakow Studios
Vuelvo a reseñarlo, ya que se aproxima a su fin, como hizo Leie. Es buena oportunidad para que lo conozcan aquellos que gusten de súcubos y pitorreo generalizado.

Libros
Franz Kafka: Cuentos completos (textos originales)
Pues sí, he decidido acercarme a este hombre, y comprender por qué todos los culturetas lo renombran tanto. Y lo cierto es que me ha gustado, pero, en el fondo, el surrealismo de sus historias está imbuido en obras compuestas por viñetas y secuencias (tebeos y la tele tonta, que dirían algunos). Con leer La metamorfosis, uno empieza a recordar capítulos de series como Más allá del límite, o Uzumaki de Junji Ito. Por ello, es altamente recomendable.

La familia de Pascual Duarte Se conoce que un servidor no tiene prejuicios por los libros, y que puede disfrutar por igual con obras comerciales y culturales (obviamente, depende de cada caso). En el caso de la obra prima de Camilo José Cela, me ha gustado. Desde que leí El árbol de la ciencia, siento especial debilidad por las Bildungromane y similares: Novelas que cuentan el desarrollo psicológico del protagonista desde su niñez (o la juventud) hasta la edad adulta, detallando los acontecimientos que mejor explican su comportamiento posterior. Además, en el caso de novelas españolas, ello supone describir exhaustivamente nuestra historia, a veces despiadadamente.
Eso sí, en este caso, advierto a los lectores sensibles, o que no aguanten las tragedias, que se abstengan: Es una novela corta, y por ello, resulta muy difícil tragar el aluvión de drama que contiene. Al que sí quiera leer una novela dura, ¡adelante!

El señor de las moscas La famosa novela de los muchachos perdidos en una isla durante la Segunda Guerra Mundial no me ha enganchado tanto como creía, quizás porque la compré en noviembre y tenía que estudiar para diciembre. También es verdad que no la he acabado, así que quizás sea mejor esperar a avanzar algo más.

Nunca me abandones Vi este libro en el autobús, y tras buscar en la red (y descubrir partes fundamentales del argumento), decidí comprarlo. La novela trata de Kathy, Ruth, Tommy, y en menor medida de los demás estudiantes de Hailsham, un extraño internado, donde los alumnos son educados para mejorar su creatividad, les permiten tener relaciones sexuales, y les recuerdan continuamente que deben mantenerse sanos, lo cual es importantísimo debido a a que son muy especiales. Me está encantando, y no dudo que la habré acabado para la época de exámenes.

Seguiré con películas y videojuegos dentro de unos días, para evitar tener que actualizar en época de exámenes. Para entreteneros, os obsequio con un villancico "lovecraftiano", y así lograr combatir el espíritu navideño sin tener que ofender a nadie.



La letra para quienes no entiendan bien el inglés, y también la misma canción, aunque los diversos videoclips de You Tube son más entretenidos.

Por último, ¡feliz año nuevo, y que vuestros deseos, incluso los más licenciosos, se cumplan!

viernes, noviembre 30

No hay mal que por bien no venga... ¡Digo yo!

Bueno, es hora de que escriba una entrada anodina, en la que cuente cosas de mi vida y de lo que he hecho últimamente. No obstante, como lo personal ha variado poco, me concentraré en tebeos y series, con el comentario de libros, películas y videojuegos para mejor ocasión.
Pero antes que nada, advierto que el disquet donde guardaba mis textos, así como un disco donde se guardaba parte de otros, ha pasado a mejor vida, motivo por el cual embriones de historias han desaparecido. Afortunadamente, recuerdo bien lo que escribí, aproximadamente, y es posible que con la colaboración de ciertas personas recupere parte de lo perdido. Además, como subí dos de ellas, son siempre recuperables.
Y ahora, ¡reseñas!

Tebeos
Sólo comentaré brevemente una novedad, pues quiero dejar las otras series que sigo cuando las acabe (20th Century Boys, Death Note, Tomie), o cuando lleve varios números más (Urusei Yatsura (Lamu), Naruto), o bien junto a las otras, por ser obra que sale de tanto en tanto (Gunnm Last Order).

School Rumble Conocía esta obra por la serie, cuyos capítulos estaban hasta no hace mucho en la página You Tube. Trata de los asuntos amorosos de Tenma Tsukamoto, que ama a Ooji Karasuma, y de los de Kenji Harima, que ama a la primera... O no, porque además hay un elenco de secundarios con capacidades tan sorprendentes como la telepatía, o las artes marciales en peleas callejeras. Y también se montan por medio películas para dar y tomar.
En resumen, es una parodia de diversos géneros y obras señalables, y sumamente recomendable para echar unas risas inteligentes.
La traducción es buena, como de un tiempo a esta parte acostumbra Norma (que yo note, al menos); aunque se me resiste que hayan dejado como "¡DPM!" ciertas exclamaciones de Harima. Los detalles lingüísticos y culturales se han indicado, excepto uno que seguramente no se ha revelado por razones argumentales.

Tebeos en red
Deberían aparecer con todo derecho en la categoría anterior, pero yo soy así, y prefiero dejar las cosas claras.

Leie Esta obra está a sólo dos tiras de su final, y es buen momento para volver a reseñarla. Leie trata de la vida del protagonista epónimo, un chico algo maniático, pero afortunadamente, su vida tiene poco de normal, y la mayor parte de los arcos tratan de él haciendo alguna locura. No obstante, y como no sólo de humor vive el hombre, también hay momentos emotivos, y los personajes muestran una evolución lógica, y de hecho ahora es una de las obras del WEE (Webcómics en español) más serias y dramáticas. El porqué de esta transición será revelado si uno lee todas las tiras y se incorpora a la actualización actual, lo cual será fácil si se tiene en cuenta que el propio autor ha afirmado que es posible realizar esta hazaña antes de la próxima. Para evitar sorpresas desagradables, enlazaré desde la primera tira para el nuevo lector.

Freaks Obra del amigo Aitor Eraña, a quien conozco del Manga a gritos como TerminAitor, se merece otra reseña por un concurso que tiene como tema central mi personaje favorito: El origen de Nikita permite crear un texto en el cual el pasado de este personaje, como su naturaleza, sea explicado según quiera cada cual. El límite del plazo, ampliado, es el 9 de diciembre. Por mi parte, ya estoy escribiendo algo, así que si alguien desea escribir un relato humorística, ¡ánimo y al teclado! Más detalles, en la bitácora de Aitor, Con mano izquierda.

Animación
Lo mío con los doblajes en español debe de ser algo romántico, porque mira que algunos son prohibitivos, con censuras y paparruchadas vergonzantes, pero nada: Sigo picando*. Sí, algunos son decentes, pero está claro que mi ritmo de vida, acondicionado por prácticas inacabables, no me permitía disfrutar de las versiones originales subtituladas que simples, pero esforzados, aficionados difunden a través de la red, sin ánimo de lucro. Otra respetabilísima alternativa es comprar las ediciones en DVD, cuando salen, que esa es otra. No obstante, económicamente soy débil, así que la dejaremos cuando gane un sueldo digno. Allá van mis reseñas, las tres primeras de Canal 2 Andalucía, y la última de Cuatro:
*Excepto en el caso de Naruto, lamentable desde su apertura española; y en el de Azumanga Daioh, que no encuentra distribuidor en España para su versión animada, delito más grave por lo magnífica que es.

Keroro Gunsô (Sargento Keroro) Conocía esta serie gracias a un comentario en el Manga a gritos del amigo Lordtaku, y se lo agradezco de corazón. Esta serie recoge las experiencias del escuadrón de Keroro, seleccionados en su planeta, Keron, como la avanzadilla de la invasión de Pokopen* (alias la Tierra). Sus habitantes viven inadvertidos del peligro que suponen los invasores, primos lejanos de la rana Gustavo. Porque sí, los keronenses (traducción española) son seres inteligentes con la fisionomía de ranas, con la salvedad de ser bípedos y parlanchines. Ahí es nada.
Con esta premisa, sus autores se desmarcan en una genial parodia de las series de invasiones extraterrestres, de mechas (robots gigantes, vamos) e incluso del submundo otaku. Keroro, el epónimo protagonista, es el líder del grupo, merced a sus méritos en Keron, no onstante cuando llegó a la Tierra quedó idiotizado perdido por culpa de la menor humedad ambiental respecto a su lugar de origen. En el primer capítulo es capturado por Fuyuki y Natsumi Hinata, una pareja de hermanos muy independientes, y gracias a esta hazaña, su hogar es a partir de entonces el cuartel oficial de invasión de Pokopen. Y digo "gracias" porque así podemos conocer una colección de personajes impagables y enloquecidos.
Respecto al doblaje español, el haber traducido la canción de apertura (opening) ya sería motivo de repulsa, máxime porque, al ser imposible una adaptación de la letra japonesa (logro este, de ser conseguido, digno de las más altas alabanzas, incluso aunque después sonara como Operación Triunfo: Cotillón), esta se ha sustituido por chorradas como "vamos a conquistar", "apúntate conmigo" y demás estupideces. Y de la canción de cierre ni hablaré. La dificultad estribaba en que las canciones originales eran bastante surrealistas, referidas más a detalles del protagonista, Keroro. Para hacerse una idea, una frase venía a decir "Frota los espacios rectangulares en círculos.". Además, esta traducción ha hecho que el resto de canciones de apertura desaparezcan. Una infamia, vamos. El resto es algo más apropiado: Cada personaje tiene una voz más o menos identificativa de su personalidad (o dos en el caso de los esquizofrénicos Tamama y Nishizawa), y cumplen. Eso sí, identificativas desde el baremo español: Keroro tiene un tono ridículo, Giroro, duro, Kururu, retorcido, Tamama, uno inocente y otro exaltado, y el más normal es Dororo. También han respetado las muletillas "gero", "giro"... etcétera (aunque han cambiado el "¡Kikiki!" de Kururu por "¡Kukuku!"). Los personajes humanos, no obstante, están menos respetados: Fuyuki y Natsumi tienen voces demasiado graves para su edad, y respecto al doblaje nipón. Sobre todo Natsumi, a quien dobla la segunda voz de Misae (la madre de Shin-Chan). Vale que en los originales, distinguir entre una treintañera en ciernes y una cría de catorce años sea difícil a veces, pero en España sí es notorio (a no ser que Natsumi haya estado bebiendo y fumando desde los once). La mejor tratada es Nishizawa, cuyas dos voces (niña mimosa y loca psicótica) son muy distinguibles. Por último, han subtitulado y doblado los múltiples recuadros de texto en japonés que aparecen en cada capítulo, lo cual es digno de una ovación.
*A todo esto, hay que decir que en Japón se usa Pekopon, anagrama de Pokopen, ya que el último es un término japonés peyorativo usado durante las guerras sino-japonesas para referirse a China. Mientras que en el tebeo original se usa la expresión histórica, en la versión animada se alteró, ya que las leyes japonesas prohíben su difusión televisiva. En realidad, no hay motivos para preocuparse debido a la naturaleza cómica de la serie, pero es análogo a las referencias al nacionalsocialismo en Alemania: Mejor evitar pendencias y rebeliones de los ultranacionalistas.

Tsubasa: Reservoir Chronicle (Tsubasa: Las crónicas de Sakura) Debo admitir que las Clamp no son mis autoras favoritas, y no por enjundia personal, sino porque realmente jamás me han llamado mucho la atención sus obras. Vi Card Captor Sakura y algunos capítulos de Clamp School Detectives, y disfruté de modo aceptable. Sin embargo, reconozco que tienen series de varias temáticas, y que X y RigVeda me han pasado desapercibidas. Así que cuando tuve la oportunidad de ver este crossover, la aproveché.
¿Resultado? ¡Positivo! Está bien, me entretiene mucho, aunque no tanto como si fuera un seguidor del grupo. Esta serie debió de nacer cuando, tras revisar las Clamp su propia obra, se dieron cuenta de que Syaoran debía de haber sido el protagonista en lugar de Sakura, y ya puestas, decidieron reciclar a otros tantos personajes. Por último, crearon a un par nuevo, para que la gente no les llamara vagas. Además, Sakura es menos boba que en Card Captor Sakura, incluso podemos considerar que aquí es inteligente, pero acusa el efecto de haber perdido la memoria, que es el arranque de la historia.
El doblaje en español comete el mismo pecado que Keroro Gunsô: ¡Doblan las canciones! ¡Con lo bien que quedan en su idioma original! Las voces quizás sean algo más equívocas, pero siguen siendo identificativas del grupo principal. El problema se da con los secundarios: Demasiados, aunque se repiten, se nota mucho que el cuidado es menor con ellos.
Por último, sorprendetemente, Canal 2 Andalucía ha retirado la serie sin que esta haya finalizado, lo cual no está en la línea de esta emisora, que ofrece los programas de principio a fin, incluso cuando los repite. ¡Mal, muy mal!

Bobobôbo Bôbobo(Bobobó) Disparatada como es, era ya difícil que no me gustara, ¡pero es genial! Si Keroro Gunsô parodia las invasiones, aquí el tema consiste en referenciar continuamente las peleas de grupos de héroes contra organizaciones del mal. Vamos, los shônen manga (y anime). Aquí, todo vale para superar al enemigo, que siempre es el más poderoso que se han encontrado hasta el momento (¡Qué educados son, vienen en orden para que Bobobô y sus amigos se vayan fortaleciendo paulatinamente!): Técnicas antiguas, ninja, especiales, cosmos, fusiones imposibles e incluso lanzar a un compañero (seguro que el equipo de Disgaea plagió la idea). No obstante, también aparecen guiños a las magical girls, series clásicas, de gamberros y yo diría que al menos uno a Hyper Future Dimension Gunnm. Esto hace que incluso a un aficionado que lleva años en esto, como yo, le cueste a veces saber por dónde van los tiros (aunque el propio Heppokomaru, uno de los personajes, comenta en un capítulo sobre una situación absurda: "¡Será una parodia!"). No obstante, el humor de esta serie es altamente recomendable para todo el mundo: Está hecha para desternillarse a gusto, no para aguantar dramas de ayer y hoy como "¡Salva a la chica que te trata como una mierda y hace insinuaciones a tu espalda sobre tu sexualidad!". De hecho, es lo único relacionado con Hokuto no Ken (El puño de la estrella del Norte) que me ha hecho disfrutar.
Respecto al doblaje español, han tenido la enorme decencia de dejar las canciones de apertura y cierre en idioma nipón, como está mandado. Sobre el contenido, me arriesgo y confirmaré la teoría del amigo Draug, hecha en la entrada anterior, acerca de que el doblaje importa poco en esta serie, ya que es una chorrada (genial, pero chorrada). Algunas voces están más trabajadas que otras, y al menos gritan a lo loco cuando se da una "Bobobada". Esta es la otra parte, la adaptación de las técnicas, y algunos nombres de personajes (Hatenkô como Impredecible, algunos animales como Nutria, y motes como Pequeñita). Excepto cierto caso confirmado, opino que la adaptación es en general buena, y necesaria para entender el surrealismo de la serie. La subtitulación de textos está muy bien realizada, a pesar de la extensión de algunos textos, y además suelen ser leídos por los personajes.
En resumen, recomendable para reírse cuando uno esté virtualmente harto de Dragon Ball, Bleach, Naruto, One Piece, Saint Seiya (Los caballeros del Zodíaco), o cualquiera de la familia (sin entrar en la calidad de estas obras mencionadas, que es otra cuestión).

Bleach Que Canal 2 Andalucía estrene tres series de animación más o menos rimbombantes a la vez no me extraña nada, ya he comentado por aquí que tienen un criterio de emisión excelente; pero Cuatro, sin duda, está siguiendo esos pasos sin dudarlo. Si además emitiera a otra hora, y no cortara la canción de cierre (tal cual la hicieron en Japón, lo cual es más delictivo), merecería un premio. Por último, la emisión en japonés subtitulado sería su conquista virtual del trono, que no real, porque algunas autonómicas le llevan mucha ventaja.
Y dejando estas consideraciones, todo el mundo conoce esta serie: Ichigo Kurosaki es un estudiante de instituto capaz de ver espíritus, cual niño con sexto sentido, y tras un encontronazo con una shinigami llamada Rukia Kuchiki, adquiere los poderes de los mensajeros de la muerte en la mitología nipona (mejor dicho, según las ha adaptado Tite Kubo). Estas habilidades sirven para proteger a las almas errantes de los Hollow, resultado de la corrupción de las primeras en seres malvados, que devoran a las primeras para continuar sobreviviendo. Después, que cada cual recuerde, o la vea.
A mi gusto, Bleach es un buen shônen, con personajes carismáticos y fáciles de identificar, pero no está en la misma liga que Naruto o One Piece. Las comparaciones son odiosas, pero necesarias. En las dos últimas, sus protagonistas tienen, a mi gusto, asistencia de sus compañeros, y elementos que explican que puedan superar a rivales asombrosos. Ichigo tiene mucho poder espiritual, pero en muchos momentos tiene "la potra del prota", y perdón por el cutre juego de palabras.
Respecto al doblaje, es bueno. Los actores usan registros irónicos, sarcáticos, exagerados, y pitorrones. Las voces me parecen apropiadas, aunque algunos personajes se parecen demasiado. Sorprende que hayan optado por usar vocablos como "cabrón" e "hijo de puta", pero cierto es que ignoro si en el original hay improperios semejantes a estos, o se ha doblado así para darle más contundencia.

Pues eso es todo, aviso que pienso enviarle a Aitor un texto para el concurso de El origen de Nikita, así que ya sabéis dónde podéis leerme, ¡hasta entonces!

P.D: Editado para corregir algunos detalles.

sábado, octubre 20

Y de segundo, un guión de videojuego.

Exacto, hace poco jugué de nuevo al Ico para destripar todos sus secretos, e inspirado por juegos impresionantes como este, y ciertas escenas de otros, he ideado un juego que me ha parecido singular, aunque puede que ya los haya parecidos. Obviamente, de tenerlo en la cabeza a describirlo al completo hay un trecho, así que de momento he empezado con las escenas, a pesar de no saber si así se hace en verdad a la hora de crear. De todos modos, he decidido de momento mostraros las dos primeras páginas, para tener opiniones contrastadas. ¡Aquí tenéis!

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Déjà Vu

Sketchbook

Vídeos
Juego

Primera

Esta escena debe introducir al jugador dentro de la atmósfera intrigante de Déjà Vu, y para ello no hay nada mejor que una escena vista en perspectiva subjetiva. Los juegos y películas suelen abusar en extremo de vistas panorámicas como introducciones a la historia, y posteriormente a los personajes, pero particularmente pienso que en este caso se puede alterar el orden. Principalmente, porque Déjà Vu sólo mostrará un máximo de dos personajes que interaccionen simultáneamente, y es comprobable que juegos con un pequeño plantel de personajes son más intimistas que otros. Como ejemplos, cabe destacar Ico, y en menor medida Silent Hill.
La escena consistirá en la visión de la tapa de un ataúd desde dentro del mismo. Lógicamente, el interior del ataúd debería estar en la completa oscuridad, no obstante está en penumbra. Por ello, se retira la mirada cuando, desde el punto de vista del protagonista (que será mostrado en la escena posterior), se observa una rendija por la cual entra un haz de luz que lo deslumbra. Entonces se podrá ver el dorso de su mano derecha.
Tras un momento de ceguera y algunos parpadeos, un pestillo situado a la derecha del interior de la tapa es el centro de la atención. Cuando el personaje pase su mano por este, se dará cuenta de que el aparente ataúd es más profundo de lo que parecía. Entonces, a través del tacto (y el jugador a través del oído), sabrá que la tapa está abierta, y podrá salir con un pequeño esfuerzo.
Tras un breve momento de duda, se incorporará y empujará la tapa hacia arriba enérgicamente.

Segunda

Esta sí es la escena panorámica, aunque una vez más el personaje sea el primer elemento. El ataúd, visto desde fuera, oculta las piernas y la cadera del joven que aparece, el cual protege sus ojos, desacostumbrados a la luz tras estar un período indeterminado de tiempo en penumbra. En ese momento mira alrededor, y de nuevo la perspectiva subjetiva muestra un extraño diseño, en forma de espiral o bien radial, que forma un sistema de rejillas. No obstante, en las cercanías del ataúd sólo ve un enlosado totalmente normal.
Entonces, ya acostumbrado a la luz, saca sus piernas del ataúd y se sienta sobre este, dando a indicar que el susodicho objeto pesa más de lo que parece. Entonces se queda así un rato, mientras mira cómo balancea los pies, y bosteza. Tras frotarse los ojos, ve algo que llama poderosamente su atención: Una mesa situada fuera de la sala donde se encuentra, en la cual hay comida (supóngase margarina, pan y leche). Entonces salta al suelo y dice su primera frase. Entonces empieza el verdadero juego.

Protagonista: “Tengo hambre.”

Este primer enigma sirve para introducir al jugador en la jugabilidad, consistente más en encontrar la utilidad de los comandos en cada situación concreta, que en un conjunto de acciones que se repiten periódicamente. En el primer caso, hay que abrir las líneas de seguridad que encierran al personaje. El diseño de esta debe ser radial o espiral, como se ha dicho, o bien una mezcla entre ambas. Para abrirla, el personaje deberá agachar la cabeza hasta la altura de la valla, y así poder ver detrás de las barras más cercanas a este cómo el cierre de la trampa está precisamente en la parte interior de la trampa. Una vez desajuste el cierre de la primera zona, esta se soltará hacia fuera, permitiendo intuir que existen más cierres como el anterior distribuidos simétricamente a lo largo de la primera línea.
El desbloqueo debe conducir irremisiblemente a conocer cómo la primera barrera de seguridad ocultaba el montaje de la segunda*, y el protagonista se verá obligado a volver atrás cuando esto suceda para desmontarla, ya que la parte exterior de la segunda barrera de seguridad bloquea a su vez la de la primera barrera. También es el momento en que el jugador observa que el montaje de la trampa ha sido llevado a cabo hacia dentro, esto es, se empieza por afuera, y los cierres estaban por dentro porque el creador avanzó hacia el centro. Una vez desmontada, el jugador ha logrado superar la primera prueba.

*Quizás sean necesarias alteraciones si hay una barrera de seguridad más, o si alguna de ellas es radial, pero no debería suponer un problema demasiado grande.


Tercera escena

Una vez el jugador haya abierto la barrera, habrá una escena cinemática de vista algo más cenital. En esta, el protagonista se zafa de la trampa, y cuando va a desayunar, observa algo inquietante. El diseño del cual ha escapado está construido de modo que se empezó por la parte exterior, y se cerró por la interior*: Dicho de otro modo, quien lo monta, queda encerrado dentro de su propia creación. Lo comprueba realizando la operación inversa a la que le permitió salir, y se queda callado mientras piensa.

Protagonista: “¿Me encerré yo mismo?”

*Básicamente, el personaje descubre lo mismo que el jugador.

Cuarta escena

En esta, el protagonista está sentado a la mesa y come con fruición. No deja de observar el diseño, que le hace incluso dejar de probar bocado. Finalmente, bebe a largos tragos y suspira tras dejar el recipiente en la mesa, y durante un tiempo se queda mirando las musarañas.
Finalmente, se levanta e investiga a su alrededor. Descubre una puerta cerrada, pero comprueba aliviado que la cerradura está a su lado. Entonces es consciente de que debe haber una llave en la misma habitación y se pone a buscarla.

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Puede que dentro de cierto tiempo, muestre más. ¡Ya avisaré! ¡Y la semana que viene, actualizaciones! ¡Y comentad en la entrada que ya sabéis!

De primero, sírvame una parodia.

En principio, pensaba incluir este texto en una entrada que hablara de más cosas, pero como quiero actualizar a mansalva, pensé que le convenía más una entrada sin comentarios. Pero antes que nada, entremos en contacto con la materia tras recordar estos dos vídeos a quien no haya oído hablar de ellos:





Se ha hablado ya de estos vídeos, y supongo que quien más y quien menos se habrá formado una opinión. Si he decidido parodiarlos, es porque me partí el culo de la risa a costa del primero y las imbecilidades que expone, ya que...¡Es muy maniqueo! Quiero decir, me recuerda a las series infantiles: Los que no piensan como ellos no sólo son malos (sexistas, homófobos, etcétera...), sino además tontos (Gosé). Las canteras de los partidos políticos nos obsequian con lo que nos saturó de pequeños, es para mear y no echar gota.
El segundo, que en verdad parodia el primero, está hecho más con la intención de hacer reír, pero no lo consigue... Y es que el primer vídeo resulta gracioso precisamente porque es ridículo: No logra el efecto que pretende, sino que hace quedar mal. Provoca esas carcajadas crueles que sólo surgen cuando nos damos cuenta de la estupidez de una persona que mete la pata por un arranque de ira que no le permite reflexionar, o su propia ignorancia lo deja en su sitio. A mí, al menos, me provoca lo mismo que Rebelde Way.
Y sin más preámbulos, he aquí el texto. Advierto que, a pesar del título, servidor no pretende de modo alguno ser un personaje político, bastante tenemos con Eva Hache.

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Campaña de corrección política de las Juventudes Ozanunésticas

Estamos en Pasapalabra, la última prueba ha comenzado y los dos concursantes están en sus respectivos puestos, a través de la pantalla del televisor los informáticos añaden el círculo de letras…
-Ya conocéis las reglas: Comienza el nuevo concursante, si responde y acierta, continúa; si no acierta, pasa el turno a su rival, y lo mismo en caso de que diga ¡Pasapalabra!.-explicó la presentadora-¿Entendido?
-¡Claro, claro! ¡Empieza, coño!-le exigió una rubia con cara de mala leche.
-¡Entendido!-exclamó una morenita, educada y modosa.
-Bien, a ver, empiezas tú…-y le preguntó la presentadora a la rubia-Empieza por P: Mujer que se destaca por su gran actividad sexual con más de una persona.
-¡Puta!
-¡No, puta no! ¡Contesta tú!-la presentadora se dirigió a la chica morena.
-¡Promiscua!
-¡Respuesta correcta! A ver, la siguiente pregunta… Empieza por H: Se suele decir que algunos son más tontos que esta legumbre.
-¿Heliotropo?-preguntó la rubia.
-¡Miiic!
-¡Haba!-contestó la morena.
-¡Ticlín! ¡Es decir, correcta!
-Te sale fatal, mejor que sigas con correcto e incorrecto-le dijo la rubia.
-¡Calla! Bien, pues empieza por F: Persona que lucha por la libertad de los pueblos, y la garantía de su bienestar, entre otras causas humanitarias.
-¡Famoso!-respondió la rubia.
-¡Noooo!
-¡¿Cómo que no?! ¡Todos los famosos se dedican a cosas de estas!
-¡No! A ver, tú, responde-le ordenó de nuevo la presentadora a la morena.
-Filántropo.
-¡Bien! ¡Última pregunta!
-Perdona, pero yo creo que…-intentó explicar la morena.
-Olvida las otras letras.
-¡Ah, vale!
-Empieza por G: Persona que dedica su tiempo a crear montajes supuestamente cómicos para desacreditar a sus rivales, y que se ofende cuando estos últimos hacen lo mismo.
-¡Esa la sé!-gritó la rubia.
-¿Sí?
-¡Sí! ¡Es gilipollas!
-¡Respuesta correcta!
-¡Menos mal! ¡Yo creía que era gamusino!-pensó la muchacha morena.

Moraleja: La cuestión no es que bromear esté bien o mal, la cuestión es que tenga gracia o no. Y si no tienes, da igual que pienses que, por escribir una columna, montar una grabación o dar un discurso, eres muy gracioso; como mucho quedarás como un imbécil redomado.

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Comentadlo en la entrada anterior. Y también para el segundo texto.

P.D: ¿Alguien se ha fijado que en ambos vídeos el varón es retratado como un imbécil, y la mujer como culta y correcta? ¡Discriminación...!
...
¡Jajajajajajaja! ¡Es broma, por supuesto! Ya sólo falta que alguien ataque por ahí para que el asunto sea completamente patético.

¡Esta es una entrada de comentarios!

¡Efectivamente! Voy a actualizar esta semana con dos textos, y con otros dos la que viene (si me da tiempo, que es otra), y como me parece absurdo, por su escasa longitud, que sean comentados por separado, pero me parece que quedará feo exponerlos juntos, sus comentarios estarán aquí. Los otros dos textos puede que sí sean comentados individualmente, ya veré.
Y para que esto no quede muy corto, algo de mi vida: Como alguno sabe, al final he podido meterme en un departamento, sin beca (aunque podría haber otra oportunidad más adelante, ya preguntaré...), pero con muchas ganas de hacer algo mientras apruebo lo que me queda de carrera. Además, en dicho departamento colaboré el año pasado durante unas prácticas, y el resultado ha sido una publicación en una revista científica que lleva mi nombre. Enlazaré aquí el Abstract, ya que al artículo sólo puede accederse por suscripción, que sale por un ojo de la cara. No todo en esta vida son células madre.
Y bueno, por otro lado he empezado por fin a ir a la autoescuela, para sacarme el carnet con el que podré conducir como hacía en los videojuegos, estrellándome con todo lo que haya por el camino...
...No, así mejor que no, ¡je!
Y de momento ya está, porque volveré a actualizar, ¡nos vemos! ¡Los textos vendrán después de que duerma, quizás por la tarde!

domingo, septiembre 30

Pues nada...

¡Hola! En el momento en que escribo esta entrada, he cateado las dos asignaturas que me quedaban, he acabado las prácticas de empresa, y puede que haya perdido la oportunidad de obtener una beca de colaboración en un departamento de la facultad, porque el plazo duraba hasta el día en que acabé las prácticas, que fue este mismo viernes. Cosas del sistema universitario: La matrícula puede esperar hasta mediados de octubre, pero la libre configuración y demás hay que solicitarlo casi a toda prisa, a veces antes de los exámenes de septiembre. De todos modos, ya veré si tengo la oportunidad de apuntarme fuera de plazo...
Al respecto, las prácticas de empresa han sido excelentes: He trabajado mucho, he observado muchas técnicas de procesado de la aceituna de mesa, y he aprendido un par de sistemas para medir el color de muestras. En resumen, tengo un buen sabor de boca, y por fin he dedicado un verano a una labor de provecho. Lo último que he estado haciendo es el envase de muestras para la determinación de polifenoles, que debido a la rapidez a la cual se degradan a temperatura ambiente, las aceitunas han de ser envasadas en un recipiente y bañadas en nitrógeno líquido. Tras esto, se introducen en el congelador y se espera hasta que estas estén congeladas, momento en que escoge una muestra, se seleccionan unas cuantas aceitunas y se rompen a martillazos (sí, romper, no aplastar), se pasa la pulpa sin el hueso a un mortero, y esta pulpa se pulveriza, procurando en todo momento que la pulpa siga congelada mediante adiciones de nitrógeno líquido. Así se evita la degradación de los polifenoles, y se determina posteriormente la cantidad existente. Lo realmente curioso es que la pulverización se realiza en una cámara frigorífica a siete grados centígrados, así que imaginad el frío que pasé al principio dentro, ya que hay que mantener la puerta encajada...
Aparte, mañana me enteraré de si soy admitido en algún laboratorio fuera de plazo, o si tendré que probar a entrar en uno por mi cara bonita, porque volveré a las clases y no quiero emplear un año en sólo dos asignaturas y sacarme el carnet de conducir. Curiosamente, las clases han empezado esta semana, pero aún estaba de prácticas. En cualquier caso, es hora de apretar los codos, y portarse bien, independientemente de cómo sea el profesor, porque en caso contrario, los alumnos no son sino animales:



(Ahora entiendo por qué dicen que todo es mejor con un mono, ¡jejejejeje!)
Y eso, básicamente, es todo respecto a mi vida personal. Ahora voy a comentar cierto tebeo que merece un comentario: 20th Century Boys. He llegado hasta el tomo 18, y por fin entiendo lo que decía Draug: Urasawa está volviendo a contar la historia del principio. Se ha presentado al fin a Amigo en sí, y no a través de los testimonios de otros personajes sobre él, pero se está volviendo a contar lo que ya se sabe. No digo que no me haya gustado, ni tampoco que la obra de haya vuelto mala, pero se está reiterando, a pesar de que el tomo 18 mejora un poco, con cierta novedad que realmente podría ser tenida en cuenta. Teniendo en cuenta que me faltan cuatro tomos para el final, dejaré para entonces mi evaluación del tebeo.
Y eso es todo, lamento no contar nada más, pero entre prácticas y estudios (la verdad es que tuve mala suerte en un examen, me entretuve en una pregunta, y en el otro me quitaron nota por "falta de razonamiento"), tampoco he tenido un verano muy interesante, pues no he ido a ningún sitio de vacaciones. Y leo más cosas, pero o no merecen ser comentadas ahora mismo, o queda poco para que las tenga completas (Death Note). Además, en Canal 2 Andalucía se han vuelto a portar bien y están siendo emitidas Keroro Gunsô, Tsubasa: Reservoir Chronicle y Bobobo-bo Bo-bobo; en doblaje español a ratos algo infame, pero se agradece. Ya comentaré más adelante al respecto.
Eso sí, anuncio que el mes que viene probablemente contraatacaré con una nueva entrega de Crónicas de los Diez, ya que habrán pasado seis meses desde la anterior entrega (no quería una periodicidad semestral, pero bueno...). Quizás también ataque con una nueva Hilaridad, pero más vale que me ponga a ello cuanto antes, ¡hasta entonces!

P.D: Ninguna aceituna ha sido congelada, rota o pulverizada durante la redacción de esta entrada.
P.P.D: Asimismo, tampoco ha sido agredido ningún maestro de monos (que yo sepa).

viernes, agosto 31

La vida es sueño, que ya decía Pedro Calderón de la Barca.

Bueno, esta va a ser la primera entrada normal de la temporada veraniega, la cual empecé el estío pasado (soy algo lento...). Voy a contaros algunos de los sueños más raros que haya tenido, que en mi caso son casi todos. El deseo de hablar de este tema surgió después de leer una entrada de Deed en su bitácora sobre tres sueños raros que tuvo en una noche, el año pasado. Voy a contaros los sueños en temas, y sin ningún orden en particular.

-Realidades alternativas

Estos sueños son los más corrientes, aunque no los más abundantes ni largos. Básicamente, se basan en personas y lugares ya conocidos, pero suceden hechos diferentes, pero no imposibles. La mayor parte son muy cortos, apenas una escena que dura unos pocos segundos, y comparten la característica de que en su transcurso, y/o al final, acabo viéndolo todo blanco, como si me desmayara. A veces, incluso, me esfuerzo para poder ver qué pasa.
Uno de ellos, por ejemplo, mostraba a un antiguo compañero de la carrera que me acabó sacando ventaja al que no veía hace mucho, compartiendo conmigo otra vez clase. Otro tan sólo mostraba una reunión con los compañeros de dos optativas que he cursado este año. En general, tienen poco interés, pero prefiero empezar así de modo que al final os vayáis sorprendiendo aún más.
Pero hay uno señalable, que consistía en que había visto mi aprobado en ingeniería química (esa asignatura que tanto me ha costado aprobar) y estaba hablando con un amigo en el campus, feliz por esta idea. De pronto, noté que algo no era correcto, y así se lo hice saber a mi amigo:
-¿¡Oye, esto es un sueño!? ¿No? ¡Esto es un sueño!-y desperté.
Pero cuando me di cuenta de que aún tenía ingeniería química en el mundo real, mascullé:
-¡Mierda!
A veces, soy algo irascible, ya veis.

-¿Qué sucedería si esta persona no fuera así?

Estos dos sueños se parecen a los anteriores en que mis amigos aparecen, pero muestran actitudes completamente diferentes, e imposibles en ellos. Además, los escenarios son completamente desconocidos para mí, incluso aunque en la propia ensoñación los reconozca como un sitio en el que ya he estado. Sin más, comienzo a relatar.
El primer sueño empezaba conmigo en una cabaña de pescador. Podía ver a mi alrededor paredes, techo y suelo de madera, así como diversos aparejos de pesca como redes. Estos eran abundantes y estaban por todas partes. Lo único que no me cuadraba eran unos escalones, propios de una recepción de hotel, y no de una cabaña. No onstante, mientras curioseaba, vi a través de una ventana que una compañera se estaba besando con un atractivo zagal junto a una pared alta y blanca. De pronto, un profesor apareció a mi espalda, y me dijo:
-¡No es zorra, ni nada! ¿Verdad?-y yo contesté:
-¡Y que lo digas!
No sé qué deciros, yo he juzgado a mucha gente como gilipollas, pero jamás me he metido en sus vidas amorosas...
El segundo es más caótico. Básicamente, estaba en casa, pero no era mi auténtica casa, esta era mucho más grande. Por lo visto, una conversación con mi madre me reveló que unos compañeros míos, bajo el disfraz de punkies y/o okupas, habían invadido mi hogar, y estaban montando una fiesta. Entonces decidí, tras observarlos un momento e interactuar brevemente con algunos (esto no lo recuerdo tan bien), que había que atacarlos para expulsarlos. Con decisión, cogí un objeto contundente, y corrí enérgicamente hacia una compañera mía, y la golpeé en el cuello, sólo para descubrir que se volvía molesta, sin estar herida. Por sus balbuceos, se entendía que estaba borracha. Y entonces me desperté.
No es el primero de mis sueños donde mis esfuerzos para salvarme de un agresor o atacar a alguien son infructuosos... un tema recurrente en mis ensoñaciones es la impotencia.

-Las huidas

Leí en cierta ocasión que la gente suele tener uno de estas dos clases de sueños: Caerse, o correr. Esto es, los que sueñan con un tipo, no lo hacen con el otro, lo que para los expertos es señal de que son las dos caras de la misma moneda psicológica. Sin meterme en ello, yo soy de los que sueñan que huyen corriendo de algo (normalmente con lentitud) para acabar cayendo al suelo, y despertándome en ese instante algo sobresaltado, casi rebotando en la cama.
Tengo este tipo de sueños desde que era niño, y ahora mismo no recuerdo cuántos he llegado tener. En uno de los primeros que recuerdo, estaba paseando con mi padre tranquilamente, cuando repentinamente... ¡nos atacaron con bazocas! Unos individuos se agacharon para disponerse a disparar, y yo sin más empecé a huir mientras mi padre se daba la vuelta (¡Ya me vale!). Los misiles, que pasaban a mi lado con estelas de humo azul, seguían volando mientras corría. Al final sentía que tropezaba y caía primero sobre mis rodillas, y finalmente de bruces, para despertarme agitado.
El siguiente es más oscuro, al menos en la representación. En este, huía de una banda de moteros, o eso creo, ya que vi a un conocido de vista del instituto con aspecto de marrullero, el cual estaba montado en moto y parecía buscar algo, o a alguien... lo curioso es que vi esa escena superpuesta a mi campo visual, como si fuera clarividente. También me veía a mí mismo de frente, y desde un ángulo cenital. Así pude ver que no llevaba pantalones mientras huía. Tras correr como el correcaminos por la zona que hay alrededor de mi instituto (cerca de casa), desperté nervioso.
Como podéis ver, la sensación de peligro es frecuente en mis sueños. En un sueño tenido a edad más temprana, soñaba que estaba de excursión o en un campamento, y entonces vi que me acechaba algo, un lince (no preguntéis por qué), y para matarlo, ya que se acercó a morderme por la espalda, me dejé caer sobre este. También desperté sobresaltado. Relacionados con estos hay sueños que tengo cuando trasnocho y empiezo a dormir, en los cuales siempre estoy a punto de tropezar, y cuando siento que doy el pisotón que lo evita, me despierto. A veces he llegado a tener dos la misma noche, cuando de nuevo me quedaba dormido.

-Dolor

Pues sí, dos sueños me provocaron dolor, de hecho, un tirón muscular en la pierna derecha. El primero de ellos me tenía a mí mientras paseaba, y entonces sentí que iba a tropezar, como los que tengo mientras me quedo dormido. Pero en este, el tropiezo fue tan gordo que di un pisotón enorme. En ese momento desperté, y oí cómo el músculo se estiraba repentinamente. No queráis saber cuánto dolió, incluso grité un poco. En otro, había que pisar un bicho o algo similar para evitar que este hiciera algo que pusiera en peligro a la gente (creo), así que me dediqué a pisar con todas mis ganas, en el sueño. Me desperté, y volvió a pasar lo mismo, aunque dolió menos que la primera vez.
Ignoro si estos sueños están relacionados con el estrés, aunque hay cierta probabilidad, ya que sucedieron el año pasado cuando aprobé bastantes asignaturas, ya que estudié mucho. Eso sí, hay cierto espacio de tiempo entre ambos. De todos modos, esos días y los siguientes andaba cojeando un poco, por el tirón...

-Los dos asesinatos

En estos dos sueños, que forman una duología, moría la misma persona a manos del mismo criminal... ¡Cuánta saña! ¡Destino cruel! ¡Esto sobrepasa con creces el límite de la premeditación! ¡Es la repremeditación!
... Sí, la víctima era yo. El asesino, hasta donde sé, es un desconocido, un individuo de cara sonrosada y delgada, cuyas mejillas destacaban mucho, y pelo rubio corto con unos pocos mechones en punta, pues como no lo vi durante más de diez segundos entre ambos sueños, no recuerdo más detalles.
El primer asesinato comenzaba en que yo estaba por la noche en la calle, una calle muy oscura, y creo que en un sitio familiar para mí, la parada del autobús de la línea 2 que está en el puente de la Barqueta, en Sevilla. Creo que avanzaba, y repentinamente fui atacado por el individuo ya descrito. Llegó desde detrás y portaba una navaja, forcejeamos durante un breve momento, pero finalmente logró apuñalarme. Él huyó, y de pronto la escena cambió a algunos de mis amigos del instituto (estaba en bachillerato cuando pasaron ambos sueños), quienes estaban partiéndose de risa.
Fue en este momento cuando, aún inmerso en la ficción del sueño, llegué a la conclusión de que ellos estaban tras el atentado a mi valiosa vida, pues estaba seguro del fin de mi existencia tras la huida del agresor. ¡Conspiración, conspiración! Eso sí, lo cierto es que mis amigos no se asombraron demasiado cuando les conté el sueño... Ya estaban acostumbrados a mis historias raras...
La segunda parte del sueño es una escena muy similar a la anterior, en el mismo escenario. La diferencia estriba en que, tras la puñalada, pude detener con dos dedos la navaja del canalla. Este se quedó muy sorprendido, e incluso exclamó un "¡Eeeeh!" seguido de una sonrisa por mi parte. Pero él también sonrió, y sorpresivamente dio un paso rápido hacia atrás. Yo no estaba dispuesto a dejarme derrotar, así que fui tras él, pero, ¡ay, desgracia! ¡Ah, traidores! El bastardo sacó una pistola y me mató otra vez. Creo que aparecieron a continuación otra vez amigos míos, pero ya no se reían. ¡Quizás ya pensaban que era demasiado!
Por último, una aclaración, el segundo sueño lo tuve tiempo después del primero. Si algún día llega la tercera parte, espero que se cumpla el dicho de que es cuando va la vencida.

-El niño demoníaco

No encuentro otro título más adecuado para este sueño, el cual, presumo, fue una consecuencia de jugar mucho con el Silent Hill. Comienza con una escena en la cual paseo por una cárcel, o eso pensaba yo al ver un cuarto de baño, con su lavabo y su retrete, tras una reja. De pronto, la escena cambió, estaba en un sitio completamente oscuro. Un grupo de gente hacía algo, agachados, lo cierto es que se distinguían por la forma más que por el color. De pronto, una profesora que tuve en el instituto se separó del grupo, y vino hacia mí mientras llevaba algo en sus brazos... ¡Un niño! Me ofreció el neonato, el cual, según decía, ¡era mi hijo! Más sorprendente que una película de fin de semana de Antena 3, ¡anda que no!
Ahora empieza el plato fuerte: Tras conocer mi inesperada paternidad (dejo la adjudicación de la maternidad a vuestra elección), aún sorprendido (no demasiado, eso sí), me acerqué para verlo. El crío era más feo que si tuviera la cara picada de viruelas, y además pelón, tenía un cuerpo pálido y escuálido, una cara estirada, con orejas alargadas, y nariz levantada y achatada, así como unos dientes afilados, que se asomaban tan pronto como abría la boca un poco (típica imagen demoníaca, desde luego). Curiosamente, estaba limpio, y más llamativo todavía, portaba un cuchillo que en su pequeña mano no era demasiado grande. Sonreía, y me miraba con ojos penetrantes, pero aparentemente normales. Cuando vi el cuchillo, no pude resistirme a preguntar:
-¿Para quién es el cuchillo?-parecía que en algún lugar de mi mente ya sabía que el cuchillo estaba reservado para fines asesinos.
-Para X-esta persona es familiar mío, así que comprenderéis que omita su nombre.
Y entonces me desperté. Acojonante, ¿eh?

-El dragón

Este es, seguramente, el sueño más fantástico que jamás he tenido. Comienza conmigo, en el salón de mi casa, mientras hablaba de mi familia sobre temas triviales. Me daba la sensación de que llevaba ahí un buen rato, feliz de la vida, cuando, al mirar por el balcón, vi un dragón que miraba con malas intenciones (esa impresión me dio, porque parecía que sólo nos observaba). Me excusé ante mi familia, y entonces salí por la puerta, bajé la escalera y salí a la calle, para a continuación huir del avieso dragón, que empezó a perseguirme (cosa lógica, si tenemos en cuenta que se me ocurrió huir por donde el dragón pudo observar si escapaba). Tras correr un buen rato, sintiendo mis fuerzas desfallecer, el puñetero dragón me perdió de vista, pero cuando empecé a volver a casa tranquilo, apareció y otra vez detrás de mí, como en El show de Benny Hill, sólo que sin música y con perspectiva subjetiva.
El dragón parecía ser el primo verde de Falkor (o Fulchur en el original alemán), el dragón de La historia interminable, es decir, cuerpo alargado como una serpiente, que no tenía alas pero podía volar. También tenía cuernos, como los dragones chinos, pero su cara me recordaba más al primero.
El caso es que lo despisté, y a la siguiente escena, parecía haber pasado cierto tiempo, y tenía el recuerdo de que el monstruo había devorado a seres humanos tras intentar cazarme más veces. Cual héroe arquetípico, decidí enfretarme al dragón, ya que no iba a huir de él toda mi vida, así que cogí una espada o daga (no era muy grande), y salí directamente por el dragón. Tras un momento de ausencia (algo inoportuno sí es el bicho, aparecía y desaparecía para molestar), se presentó, y raudo voló hacia mí. Entonces yo empuñé con fuerza la espada, y cuando descendió, cerré los ojos y ataqué con un madoble en arco hacia arriba, con la espada empuñada al revés, como los ninjas.
El resultado fue... ¡exitoso! O eso creo, porque en el momento en que en el mandoble alcanzó al dragón oí el efecto sonoro de explosión de los enemigos al morir del Kingdom Hearts, así como el de aparición de dinero que ocurre a continuación, y hasta vi un pote lleno de monedas de oro, pero esta última escena parecía el aumento de pantalla de una pantalla del susodicho juego. Entonces desperté atónito.
Personalmente, pienso que este sueño tenía que ver con la asignatura de ingeniería química, que en la época del sueño, el año pasado, me tenía con los nervios en punta (era el segundo año que la cursaba, e iba mal). De hecho, acabé suspendiéndola, y la he aprobado ahora. Supongo que al final el dragón se llevó lo suyo.

-Los muñecos vivientes

Recuerdo un total de tres sueños que implican este tema. Como la longitud, intensidad y gracia (sí, gracia) de cada uno difere de los otros dos, iremos en orden creciente.
El primero empezaba conmigo en mi anterior habitación, ordenándola o limpiándola (supongo que ordenarla, que es lo que suelo hacer). Antes compartía la habitación con mi hermana, y ella tiene muñecos de los llamados ahora sexistas, ya sabéis, niñitos que cuidar. ¡Vamos, jugar con muñecas! Uno de estos es un pelón, y cuando en el sueño pasé al lado de este, ¡sonrió! Pero lo hizo del modo que lo hace alguien feliz, sin connotaciones diabólicas como el niño. Ahí se acaba mi sueño.
El segundo también me situaba en mi habitación, donde hacía (creo) lo mismo que antes. Entonces, uno de los muñecos se levantó y vino hacia mí... y me desperté.
Lo cierto es que estos dos sueños quizás estarían mejor en la sección de Realidades alternativas, porque coinciden en que yo acababa viendo una luz blanca que lo inundaba todo, y también me esforzaba por ver qué sucedía y no despertar, como si en el sueño me estuviera desmayando.
El tercero ya es harina de otro costal. En este, estaba en casa, y por algún motivo fui al cuarto de baño. Parecía que había un ruido molesto que se notaba en toda la vivienda, pero lo ignoré. Al llegar al cuarto de baño, vi una cuerda a trvés de la ventana, pero no me preocupó porque recordé que había una mudanza al piso de arriba, y supuse que estaban subiendo algo. Era así en efecto, y vi una caja con muñecos, aunque más bien eran títeres, o muñecos de ventriloquía. Fue entocnes cuando observé que los muñecos, unos cuantos, vestidos al estilo de los años cincuenta en Estados Unidos, estaban charlando animadamente. No pude reprimirme, y exclamé:
-¡Coño! ¡Unos muñecos que hablan!-los muñecos me miraron sin sorprenderse, pero fijamente. Extrañado, dirigí la mirada a mi propio cuerpo, y me di cuenta de que yo mismo era un muñeco como los de la caja. Esto me sorprendió aún más, y claro, exclamé:
-¡Coño! ¡Yo también soy un muñeco!-y de pronto los muñecos y "yo mismo" nos echamos a reír. Y es que el ser un muñeco ya no era extraño para "mí", me di cuenta de que estaba bromeando con "mis" nuevos vecinos. Yo estaba viendo lo que pasaba a través de los ojos de este pícaro. Entonces los muñecos de la caja me dirigeron la palabra:
-Y el chico que vive aquí, ¿cómo es?-preguntó uno, y yo respondí:
-¡Es muy buen chaval, pero está colado por la chica del piso de arriba-y me desperté en ese mismo momento.
Sin comentarios, no sé si mi subconsciente me está sugiriendo que me eche novia, o si se debe a que siento aprecio por una chica y no me atrevo a decirlo. ¡A saber!

-L'enfer, c'est les autres, o Cada uno de nosotros tiene un rico mundo interior

Le doy dos títulos alternativos, ambos son citas famosas, la primera es la de Jean Paul Sartre, y la segunda es la típica de libros de autoayuda. Aunque este sueño es el último, es en realidad el primero que recuerdo, tiempo antes de tener los diez años. No puedo concretar más. En este, yo estaba en casa en el salón, de noche, con la luz apagada. La habitación sólo estaba iluminada por el televisor, lo que hacía que esta tuviera un resplandeciente color azul pálido. Al principio entré y miré la pared, y cómo la luz venía del televisior. Entonces miré a la derecha, y vi a mi familia descabezada. Así, sin más, los cuerpos estaban sentados en las sillas y sillones, como si sus cabezas hubieran sido sustraídas sin ninguna clase de violencia, y la ausencia de estas no provocaba que los cuerpos sucumbieran a la fuerza de la gravedad. Los cuerpos estaban cubiertos por sombras, debido a la falta de iluminación, y entonces fijé mi atención en el cuerpo de uno de ellos. A pesar de lo dantesco de la situación, me llamaba enormemente la atención, y decidí acercarme. Me subí al sofá (hoy en día no puedo hacerlo sin destrozarlo, ¡je!), me encaramé al cuerpo, y vi que donde debía estar el cuello había un hueco, semejante a la boca de un volcán. Me asomé por este, y entonces quedé absorto mientras contemplaba un abismo en el que había magma, rocas metamórficas y demás elementos propios del interior de la Tierra. ¡Exacto, en el cuerpo de mi familiar existía un mundo entero! Aunque en ese momento me dio la sensación de que era el inferno, de ahí la mención a El infierno son los otros. En ese momento acabó el sueño, o eso creo, sé que soñé eso, pero no si además soñé más cosas. Es decir, no recuerdo si desperté inmediatamente.
Para ser el primero, ya es bastante sorprendente, ¿verdad? Buen precedente de mi historial de muñecos bromistas, reyertas, dragones, asesinos, muertes violentas y persecuciones varias.

Eso es todo. Quizás haya alguno más, pero no son tan divertidos, y he reunido aquellos más sorprendentes. De todos modos, hay que centrarse en la realidad, y no pensar en quimeras... Claro que sólo tenemos lo que somos, y somos nuestros sueños.
¡Nos vemos!

martes, julio 31

¡Vacaciones!

Tal como leéis: Hoy empiezo las vacaciones, porque he estado yendo desde el 10 de julio, después del último examen, a unas prácticas de empresa. El lugar de mi trabajo es El instituto de la grasa, un centro asociado al CSIC (centro superior de investigaciones científicas), y estoy colaborando en una investigación sobre la influencia de las condiciones experimentales del tratamiento de aceitunas en el aspecto de estas. Concretamente, estoy usando un espectrofotómetro de espectro visible para muestras sólidas para medir el color de las aceitunas por el sistema CIELAB, que básicamente es un sistema en el cual se considera que el color de cualquier muestra es un punto en una esfera, cuyas coordenadas son L*, la reflectancia; a*, la posición entre verde y magenta (o rojo); y b*, la posición entre azul y amarillo.
Así, por ejemplo, el color blanco tiene una reflectancia de un 100%, y a* y b* valen cero, porque el blanco es el reflejo de todos los colores; y el negro de 0% con a* y b* también cero, porque es la ausencia de todos los colores, el objeto los absorbe todos.
En el caso de un objeto amarillo, aparte de un cierto valor de L*, tiene un valor de b* positivo (que significa que está situado en la zona del amarillo), y lo contrario con otro azul (valor de b* negativo). Un objeto rojo tiene un valor de a* positivo (está en la zona del magenta), y otro verde a* negativo (está en la zona del verde).
Por supuesto, la realidad es más compleja, y suele haber componente de azul-amarillo y de verde-rojo, aparte de la reflectancia. En la Wikipedia se puede encontrar una exxplicación detalladísima, demasiado diría yo, para quien quiera informarse.
El caso es que he apuntado estos y otros datos de reflectancia a cuatro longitudes de onda para muestras de diez aceitunas, y he medido el pH de los jugos de los envases, y los he ido metiendo en el ordenador de mi tutor, ya que el hombre se fue de vacaciones hace dos viernes, dejándome al cargo tras enseñarme qué había que hacer. He analizado seis envases de aceitunas negras, y setenta de aceitunas verdes. En cada uno había que medir dos muestras de diez aceitunas, y en las aceitunas verdes para zonas dañadas y sin dañar, que son diferentes. Un total de 2920 aceitunas, ahí es nada... El proyecto viene mencionado en:
http://www.ig.csic.es/lin1.html#sess1
Es el primer de todos, que habla de aceitunas. ¿Que para qué sirve? Pues para mejorar el aspecto de las aceitunas, porque nadie se comería una aceituna con mal aspecto, o que tiene una marca producida en el momento de la recogida, proceso que se realiza por golpeo repetitivo de las ramas del olivar. Eso, a su vez, es indicativo de su calidad como alimento.
En fin, que me tocan aceitunas durante un buen rato. Al menos, es fácil, el tutor y los compañeros son agradables y puedo trabajar lo que quiera. Eso sí, lástima que me gusten mucho más las avellanas, de hecho, el primer día que trabajé con las aceitunas verdes, me mareaba con el olor a jugo delante de mis narices. Pero hasta el día 27 de agosto no vuelvo al trabajo, así que a descansar y estudiar de mientras.
Al respecto, al final tengo dos sobresalientes, tres notables, tres aprobados y dos suspensos, los últimos con el mismo profesor en una asignatura de cuarto y otra de quinto. Una vez aprobadas, y acabadas estas prácticas, soy un licenciado. Ya decidiré entonces si trabajar o doctorarme... Si me es concedida la beca de estudios, me doctoro sin pensarlo.

Y a continuación os comento algunas lecturas y otras cosillas, para no perder la costumbre.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¡Al fin la acabé! Entre prácticas, informes y exposiciones, tenía pendiente este libro desde noviembre. La experiencia ha sido bastante sabrosa, sobre todo porque las diferencias respecto a la película son el aspecto más curioso de la obra: El Mercerismo, que evalúa el valor de los animales, y los pseudoanimales, que sirve para contrastar el comportamiento de androides y humanos. Realmente, lo poco que puedo decir que no coincida con la película supone revelar el argumento, sólo diré que es un buen relato acerca de lo que es ser verdaderamente humano.

Watchmen Sí, lo reconozco: No había leído nada hasta la reedición de lujo que ha salido recientemente, ¡pero no me arrepiento! Es soberbia, rebosa de significación y con un acertadísimo uso de un simbolismo en pequeños detalles que hacen imprescindible esta obra. En concreto, las primeras páginas del último capítulo, el 12, merecen figurar en los anales de la historia del tebeo. Una de las mejores bazas es el simple hecho en sí de que esta historia está fuera de cualquier continuidad establecida, y gracias a ello Alan Moore pudo aprovechar para crear el relato que él quería. Dave Gibbons contribuye con un dibujo perfecto, que ni se excede como hacen los artistas hot ni se queda corto.
Watchmen será uno de mis estánadres con el cual comparar lo que lea a partir de ahora.

Dresden Codak Un tebeo en red en inglés, http://dresdencodak.com/ , que me ha llamado la atención por ser el primero de los que conozco cuyo guión tiene un fuerte elemento de ciencia-ficción mezclada con filosofía, historia y ciencia (de las de verdad, ojo). Por ello, sus momentos de humor exigen a veces conocer la biografía de un personaje histórico, y/o cierta propiedad de una teoría científica. La tira 14 es un buen ejemplo: http://dresdencodak.com/cartoons/dc_014.htm
Eso sí, se hace difícil de seguir por este motivo, pero a su favor está que el dibujo es muy atractivo.

Krakow Studios Ya hablé de este tebeo en red, pero lo vuelvo a mencionar porque en este momento está desarrollándose un arco que puede cambiar la tira para siempre. Así que no sé a qué estáis esperando.

Kevin Spencer Ya hablé de esta obra, pero como acabó el mes pasado, quisehacer un comentario final sobre la serie, que brevemente es: ¡Cojonuda! Como ya comenté, esta serie se carga los límites establecidos de modo tácito por otras como Los Simpson o Padre de familia, y satiriza géneros cinematográficos, televisivos e incluso literarios de modo impresionante. El final de la serie va muy acorde con el guión de anteriores temporadas, y parodia el final de otra. No diré más, sólo que es muy recomendable si deseáis ver insultos, obscenidades, momentos escatológicos, drogas y peleas casi continuamente, esta es vuestra serie.

Bueno, pues el mes que viene quizás acabe un relato que tenía pensado para más adelante, pero que haré ahora porque no precisa demasiado conocimiento de los anteriores, y porque le hablé de este a un amigo de la facultad, y no para de repetírmelo. Hasta entocnes, pasadlo bien.

sábado, junio 30

¡Estoy contento!

¡Hola! ¿Qué tal esos exámenes? Por mi parte, bien. Es un placer comunicaros de que por fin me he librado de esa asignatura que llevaba arrastrando desde hace dos años. A la tercera va la vencida, y nunca mejor dicho... Y en el resto, bien, dos notables y dos sobresalintes de momento, con dos aprobados que quizás suban de nivel, cual personaje de videojuego de rol. Hay un suspenso de una asignatura cuatrimestral, de la cual me examiné en febrero, y aún hay tres en el aire. De todos modos, ya acabo este año la puñetera carrera.
Eso sí, tengo prácticas de empresa a partir del martes 10 de julio, y entre pitos y flautas, habrá que ver si voy a tener un verano estresado, porque estas durarán hasta el 30 de septiembre.
Y bueno, más o menos eso es todo, no es que haya tenido tiempo de descubrir muchas cosas por la red, ni de ver muchas películas, así que se quedan para la saca cuando quiera comentar. Sólo hablaré de cierto asunto que me tiene intrigado: El supuesto final desvelado de la saga de libros Harry Potter. Me intriga aún más el hecho de que nuestros medios de comunicación se han hecho eco de la noticia, publicando el susodicho final, lo cual supone que a más de un lector desprevenido le habrán entrado ganas de matar a los así llamados reporteros. La verdad, no lo entiendo, cualquiera diría que disfrutan cuando revientan el final de una serie o película. Ya se han dado casos verdaderamente ejemplares, como una fotografía de media página en un periódico con la muerte de un personaje para acompañar la noticia de una nueva temporada (en la cual, claro está, dicho personaje muere). Como los adelantos del siguiente capítulo, que llegan a ser descarados (al respecto he de afirmar que las series españolas revelan mucho más que la animación japonesa, por poner un ejemplo). En fin, no soy yo quien controla esas cosas, tendré que aguantarme. Espero que el final sea falso, y más de uno se fastidie por no haber podido reventar finales.
Para el mes que viene, como tendré tiempo, intentaré obsequiaros con un relato, o dos, como salgan. Ideas no me faltan, el problema es plasmarlas en la palabras... Mientras tanto, ¡nos vemos!

jueves, mayo 31

¡Ni un relato!

Como lo leéis, debido a este mes de mayo que he tenido, con cuatro exámenes, tres informes, dos exposiciones (y eso que una se ha corrido al mes que viene) y un póster para el congreso de estudiantes; no he tenido tiempo para casi nada. Al menos he aprobado todas, aunque con menos nota de lo que me habría gustado, y me póster ha interesado en el congreso de estudiantes (lo pondría, pero temo que algún vivo me lo plagie), incluso siendo observado por un premio Nobel (aunque no lo entendió porque estaba en español...).
Así pues, y acabada tan pronto la monótona e insípida puesta al día de mi biografía, pasaré a comentar tebeos, páginas de la red o lo que pille, a falta de relatos:

Tebeos
20th Century Boys He llegado al tomo 13, y aún no puedo creer lo que en dicho número se plantea. Supongo que Draug me dirá que aún me queda mucho por ver, pero me da que ciertas portadas posteriores ya me lo han desvelado... Como sea así, entenderé la nominación a los Picadlos! de este año.
De todos modos, sigue estando bien tratado. Urasawa reinterpreta estupendamente las historias, películas y acontecimientos de su niñez, dando lugar a una obra realmente entretenida, lo que nos demuestra que llegar al público no está reñido con ser intimista, como argumentan algunos pazguatos que hacen obras sobre lo que les dijo su prima de pequeños mientras se masturbaba mirando una fotografía de Miguel Bosé (sin ánimo de ofenderlo, es sólo un ejemplo) y tan entretenidas como el temario de mis asignaturas, como quien dice.

Death Note He llegado al tomo 8, y como con la anterior, ya empiezo a notar el motivo de las críticas. Sin estar aún mal tratado, se nota que la historia se ha alargado de modo innecesario, ya que sigue siendo lo mismo, aunque Mello esté haciendo de las suyas por ahí.
Eso sí, recordaré para siempre el tomo 7...

Yotsuba Ha salido un tomo nuevo, el 6, y para bien, porque sigue haciendo gracia. Azuma se está tomando las cosas con una calma asombrosa, pero mejor así que hacerlo rápido y mal. Esta obra es grande.

Naruto e Inu-Yasha Las pongo juntas, pues siguen en su línea. He llegado a la saga de Kakashi de Naruto, que está bien, sí, pero es la misma historia de siempre: Grupo de tres ninjas, uno de ellos es genial pero más antipático que una nota de 4,9; y el otro es un inútil simpático, aunque estúpido. Por medio, una chavala que, era hora, sabe hacer algo, aunque al final necesita ayuda (como en los cuentos, hay miles de doncellas en peligro...). Kishimoto sólo ha dibujado cuatro personajes femeninos interesantes en lo que va de historia, da que pensar, de veras...
Inu-Yasha sigue dando vueltas y vueltas, y repetitiva, como en la primera canción de apertura de School Rumble.

Sobre otras como Urusei Yatsura o Tomie, hablaré cuando consiga un nuevo número o las acabe.

Tebeos en red
Cordeval.com En http://cordeval.com/ uno puede acceder a la página web de Amélie Blecher, una artista estadounidense. Aparte de galerías donde muestra que tiene talento, esta página destaca por las tiras que Amélie dibuja sobre sus impresiones, vida y series que sigue. El caso es que tiene un sentido del humor bastante chabacano y negro, y una poca vergüenza que hace la lectura de sus tebeos una risa continua. Eso sí, no se le puede negar originalidad. Hasta tal punto llega su osadía, que es capaz de bromear acerca de Dios y Jesús, o de sucesos, lo que le ha valido, según ella misma, merecer el "correo del odio", como llama a todos los mensajes que le llegan acusándola de hereje. Y es que declarar que cada vez que le digan ¡Jesús te ama! ella pensará en Vin Diesel, y haya creado al personaje Vin Diesel Jesús, tiene delito en Estados Unidos.
Curiosamente, una de sus historias ha inspirado el nombre de una de los Diez. No pierdo el tiempo...
¡Oh! Sus historias están en inglés, para aquellos que no se manejen con la lengua de Shakespeare.

Películas
Zatoichi Vi esta película de Takeshi Kitano hace tiempo, en abril, pero quiero hablar un poco de ella. Esta película trata de los estragos que tienen lugar en un pueblo japonés del pueblo feudal (que fue cuando pasó de todo, como aquí) a manos de mafias y héroes, que te cortan la cabeza antes de que puedas decir "ajo". La anécdota está en el héroe, ciego, y no obstante muy hábil. Está muy bien, sobre todo si se disfruta con las matanzas de malos al viejo estilo.

Hero Esta película china, del director Zhang Yimou, se parece bastante a Tigre y Dragón, aunque me gusta bastante más que la otra. La gente sigue peleándose mientras rompe casi todas las reglas físicas habidas y por haber, como si los responsables de las coreografías hubiesen sido aconsejados por Yukito Kishiro y Masashi Kishimoto. La película tiene, eso sí, una conclusión que algunos califican de política. Dejo a cada cual que saque sus conclusiones, sólo diré que trata de Sin Nombre, un huérfano no nombrado por nadie, que es recibido por el rey de Qin por haber acabado con los asesinos que planeaban matarlo por gobernar el país más poderoso.

Y de momento ya está. Como vienen los exámenes, y encima tengo prácticas de empresa en el verano, puede que escriba algo para julio. Hasta entonces, con ilusión y ganas a estudiar, y suerte para todos. ¡Nos vemos!

lunes, abril 30

¡Aniversario! III

Y llegamos a la recta final con la última historia, que básicamente presenta a un grupo de antihéroes, o mejor dicho, reinterpretaciones irónicas de algunos héroes más o menos típicos y tópicos. Como no quiero contar mucho más, ahí vamos.

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Crónicas de los Diez, y aún así pocos.
Antihéroes de leyenda.
“Hace mucho tiempo, surgió un imperio hasta entonces ignoto que quiso conquistar el mundo. Este imperio se encontraba en otro mundo diferente a este, y de algún modo desconocido lograron abrir un camino hasta este mundo. Su avance era imparable, pues el poder de esa nación no tuvo, ni tiene todavía, par. Sin embargo, diez héroes aparecieron para plantarle cara al imperio. Lograron, con sus éxitos, estimular a los ejércitos del mundo para una unión, y gracias a su intervención fue totalmente fructuosa. Los diez héroes se retiraron a gobernar un gran reino, y así acaba la historia.”
-¡Es muy corta, hermanito!-protestó el pequeño.
-¡No seas así, Roberto!-le dijo su hermano, Juan-La historia se ha acabado, no hay más hasta que lleguemos a casa.
-¡Jo!
-¡Venga, no seas un niño mimado! ¡Pregunta lo que quieras, que te contestaré!
-¿Esos héroes eran muuuuuy fuertes?-el pequeño estaba ilusionado.
-¡Muuucho! Eran tan fuertes, que se bastaban para derrotar a cien enemigos, ¡y más!-Juan hizo gestos de lucha.
-¿Y cómo eran esos héroes? ¿Altos y fuertes?
-Pues cinco de ellos eran hombres, hombres tan bravos que eran comparados a decenas de enemigos. Y los otros cinco, mujeres, mujeres tan decididas que si se planteaban llegar al mismo infierno, todos suponían que les traerían recuerdos a la vuelta del próximo viaje que emprendieran.
-¿Como esos de ahí, hermanito?-Roberto señaló a un grupo de muchachos sentado no muy lejos. Juan se alarmó.
-¡Roberto, te he dicho que está mal señalar a la gente!-se volvió para disculparse, y se asombró cuando vio a esos chicos durmiendo a pierna suelta, prácticamente unos encima de los otros, como sacos. Para colmo, llevaban la ropa arrugada, como si la hubieran llevado durante más de un día. No estaban sucios, pero cualquiera habría dicho que vivían en la calle. No era el único que los miraba estupefacto.
-¿Pueden ser, hermanito?-volvió a preguntar Roberto.
-¡No llames su atención!-Juan se pudo el dedo en el labio para indicar que hablara calladito-Y no, no pueden serlo. ¡Eso sucedió en la antigüedad!
-¡Pero también me dijiste que todavía hay sucesores de los héroes de la historia!
-¡Pero ellos no pueden serlo!
-¿Por qué?
Juan no supo qué responder.
-Porque… ¡sería mucha casualidad! ¡Y no tienen nada que les hagan parecer héroes! ¡Incluso parecen personas desastrosas!
Juan habría dado más excusas débiles, en lugar de decir que aquellos sujetos le parecían unos elementos sin remedio, pero en ese momento el tren sufrió una sacudida. Cuando paró, estaba en el suelo con su hermano entre sus brazos. El tren estaba parado, y parecía que nadie hubiera salido herido, ni siquiera los dormilones dejados, aunque una de las chicas había caído sobre la entrepierna de uno de sus amigos. Juan no entendía cómo no podía darse cuenta, y se asustó, pensando que quizás había muerto tras romperse el cuello. No pudo pensar en ello, ni en las preguntas nerviosas de Roberto, porque entonces entraron por la puerta unos pistoleros.
-¡Esto es un asalto!-gritó uno de ellos, como si nadie se hubiera dado cuenta. Muchos reprimieron su angustia, porque se había oído hablar de forajidos por esa zona, tan crueles que violaban a las chicas jóvenes.
Juan dio sin protestar su dinero al encapuchado que se dirigió a ellos, mientras con el brazo izquierdo protegía a su hermano para lo que pudiese ocurrir.
-¡Eh, mirad esto!-la voz sonaba socarrona. Juan se echó a temblar.
-¡Oooooh! ¡Aquí las nenas se están divirtiendo sin nosotros!
Todos se atemorizaron. Ojalá no fueran testigos, eso pensaron. No les gustaban nada esos muchachos con pinta de pilluelos huérfanos que deambulaban por ahí y por aquí, pero tampoco querían presenciar el sufrimiento de esos pobres diablos. Juan sostuvo a su hermano.
-¡Atacadlos! ¡Vosotros podéis!-dijo Roberto.
El pobre confundía la realidad y la ficción. Mejor así, pensó. Muy cerca, siete forajidos se reían, y el jefe permanecía callado, porque sus hombres habían olvidado sus órdenes iniciales de robar primero, y después a otras cosas.
-¡Eh, vamos a despertarla! ¡Verás qué sorpresa, cuando piense: “¡Oh, qué vergüenza! ¿Qué pensarán ahora de mí?”, y luego nos vea a nosotros!
-¿Y por qué no comenzamos ahora, la levantamos de un tirón, y la llevamos a ese banco donde esos chicos?-A Juan le empezó a caer un sudor frío.
-¿Y por qué no lo dejáis para después? ¡Al trabajo, gandules!-bramó el jefe. Los rufianes se hicieron los remolones al principio, pero decidieron hacerle caso. Cada cual se dirigió a un pasajero, y cuando todos estuvieron ocupados, una de las chicas dormidas, la rubia, empezó a desperezarse y bostezar ruidosamente.
-Nos está provocando-dijo con una mueca uno de los asaltadores, que se acercó de nuevo tras haberle robado un reloj a un caballero, y se dirigió a ella. Al jefe no le importó ya, porque había cumplido, y además reconocía que tanta indiferencia lo enfadaba.
-¡Arriba, preciosa!-dijo con falsa voz de recién casado. La chica lo miró, extrañada, y volvió a cerrar los ojos. Él le dio un golpecito en el hombro, ella lo ignoró y así hasta la cuarta vez, cuando la chica repentinamente lo abofeteó en toda la cara.
-¡Déjame en paz, gilipollas! ¡El tren es de todos! ¡Que ni eres mi padre, ni voy al colegio!
Y volvió a cerrar los ojos. Los forajidos se rieron, incluso el agredido se rió, pues la chica no sabía en qué situación estaba. Entonces adoptó otro tono.
-¡He dicho que arriba, preciosa!
-Y yo te he dicho que me dejes en paz, gilipollas-respondió tan tranquila. El forajido volvió a reírse, tenía sentido del humor.
-¡Bueno, no sé si dejarte dormidita!
-Sería un detalle que no tuviera que decírtelo tres veces.
Antes de seguir el forajido la broma, la chica con la cabeza apoyada sobre la entrepierna del otro muchacho, que tanta hilaridad les había causado, se levantó y lo miró. Era morena, de pelo negro y largo, con una cara redonda, como un peluche. Tenía aspecto de ser bobalicona, y eso bastó para que el forajido pasara de la rubia deslenguada.
-¡La princesa se ha despertado! ¡Qué bien ha funcionado el beso del príncipe!-sus compañeros a penas duras se mantenían en pie de la risa. Incluso su jefe disimulaba malamente sus carcajadas. Tuvo que reconocer que tenía buenos golpes, a pesar del ridículo que pasó cuando la chica le dio de bofetadas.
-¡¿Eeeeeeh?!-dijo esta.
-¡Princesa, tus enanitos hemos estado muy preocupados, pero el príncipe ha hecho su labor con entusiasmo!-más risas de los forajidos, los pasajeros estaban espantados.
-¿Príncipe…? ¿Princesa…?
-¡Verás qué bien lo pasas, con tus enanitos!
-¿Enanitos…?
-¡Sí, tus amiguitos!
-Mis amiguitos están muertos.
-¡Pero nosotros estamos muy vivos!-respondió burlonamente.
-Me da igual que estés vivo o muerto-y se inclinó hacia atrás con la boca muy abierta, roncando ruidosamente. Aquello era demasiado, el forajido decidió que ella sería el plato principal y decidió catarlo.
-¡Ven, princesa!-se adentró entre los chicos, exactamente diez, y de pronto dio un respingo hacia atrás.
-¡Ay! ¡Creo que me han pinchado con algo!-sus compañeros se extrañaron. El jefe no dijo nada.
-Ninguno se ha movido. Míralos, deben de ser mendigos, o truhanes como nosotros cuando éramos jóvenes. No me extrañaría que te hayas pinchado con un punzón que lleven escondido en los pantalones.
-¡Será eso! ¡Malditos niñatos…! Se van a enterar-se adelantó a los chicos. Tres eran morenos, uno negro y el otro castaño. Los morenos eran muy diferentes, uno era muy pequeño, otro estaba gordo y el último muy fuerte. El bajito llevaba el pelo largo. El castaño y el negro parecían normales, y el primero tenía el pelo castaño y era el más alto. El negro era el segundo. Roncaban sin miramientos en las posturas más raras.
-¡Eh, despierta! ¡Maldito bastardo! ¡Barrigón, que sé que me he pinchado junto a ti!-no hubo respuesta. Se disponía a pegarle cuando la rubia habló.
-¡Joder, te ha faltado discreción! A ver si tenemos cuidado, colega.
-Intenta estar así durante varias horas, y hablamos entonces-respondió el gordo.
-¡Tengo los hombros cargados, así que no te quejes!
-¡Callad ya, maldi…!-el forajido calló de pronto. La rubia se levantó, lo sujetó y con la mano derecha le quitó el arma. Tiroteó a los bandidos que ofrecían mayor blanco y se refugió.
-¡Defendeos, estúpidos!-bramó el jefe. No se esperaba semejante resistencia. Esos mocosos, unos niños con apenas barba, y unas niñas apenas desarrolladas habían engañado al mejor de sus hombres. Quizás lo habían envenenado con un paralizante de efecto retardado.
-¡Morid, cabrones!-gritó uno de los bandidos, y los pasajeros se escondieron. Entonces se le ocurrió que podía usarlos de escudos, como hacía la chica. De pronto, sintió un pinchazo. A su espalda había llegado el chico gordo y le había clavado algo en la espalda. Tenía muchas puntas. Se desmayó por la pérdida de sangre.
-¿Cómo lo ha hecho?-se preguntó el jefe. Sólo miraba a la rubia, pero estaba claro que esos diez mamarrachos no eran lo que aparentaban. Los cinco chicos se habían levantado. Dos atacaron a uno de sus hombres, el castaño lo desarmó y el negro cogió su arma. El fuerte se bastó solo para romperle el cuello a otro que no podía ser llamado débil. Pero lo más increíble era que el bajito y una de las chicas, con pelo azul, parecían volar mientras sus hombres caían como fulminados por una fuerza.
-¡Es hora de ahuecar el ala!-pensó, y tras gastar sus balas en todos sin pensárselo dos veces, corrió a la salida. Un tiro en la nuca acabó con él. Fue una chica, castaña, alta y con un parche en un ojo. La morena de antes y otra morena de mirada enigmática estaban con esta y con la chica rubia. No parecía que hubiesen hecho nada.
Los pasajeros estaban aterrorizados, pero también impresionados. Juan se incorporó poco a poco, y vio horrorizado que a su alrededor se había formado un campo de batalla. Ahora pudo contar a los canallas, eran quince. Roberto estaba callado como un muerto, pero respiraba fuertemente. Después de todo, el trauma sería causado por la masacre de unos forajidos sin escrúpulos, no por el abuso de mujeres. Quizás deseó que pasara, pero ahora se arrepentía.
Los jóvenes responsables del estado de tren se incorporaron. Intercambiaron miradas rápidamente.
-Bueno, pues ha salido bien. Y eso que por unos momentos temí que se iba a ir al traste-comentó la rubia de pasada, mientras tiraba al pobre diablo que había usado como escudo. Había encajado nueve disparos, y a través de él ella había disparado un par más.
-¡Nada, nada!-repuso el bajito alegremente, y bajó de un asiento sobre el cual había saltado, o volado, era dudoso-El trabajo estaba perfectamente planeado. Nadie sospechó de nosotros, que es lo que cuenta.
-Sí, ni siquiera se dieron cuenta de que mientras hacíais el numerito de estar dormidas, los demás preparábamos el ataque. De todos modos, era inevitable que se dieran cuenta del pinchazo-añadió el fuerte.
-Pero otras veces, el envenenamiento también pasaba desapercibido-respondió la rubia con el ceño fruncido.
-¡Perdona, pero fui lo más sigiloso posible! Tenía que clavársela, no había otra posibilidad. Las otras veces, lo que hacía era rozar la piel desnuda, pero ese tío tenía todo el cuerpo tapado-protestó el gordo.
-Cierto-comentó la morena de mirada enigmática-, si hubiera cometido un error, no habría creído que le habían pinchado, lo habría sabido de seguro. Ha levantado el pie y lo ha vuelto a bajar en menos de un segundo.
-¡Vale, vale!-contestó la rubia mientras agitaba los brazos-¡Que sí, que lo que digáis!
-¡Eh, sois los dos unos quejicas!-les recriminó de falsete la morena de cara redonda-¡A mí me ha tocado una postura rara!
-¡Dímelo a mí!-el castaño se rió con ganas.
-¡Qué escena! ¡Realmente impagable!-el negro le puso la mano en el hombro al castaño y rieron juntos.
-Al menos, sabemos que si nos retiramos de esto podemos dedicarnos a trabajar en programas de bromas callejeras-dijo la tuerta, parecía cansada.
-¡Yo casi me parto de risa, os lo juro!-dijo la del pelo azul sobre uno de los asientos, como si nada.
Y así conversaban tranquilamente, mientras el pasaje intentaba calmar sus corazones desbocados. Cuando uno de los señores entados delante comprobó que su respiración era normal, no pudo contenerse.
-¡No puedo creerlo! ¡Una terrible banda de forajidos liquidada por unos chavales que aún no se afeitan!
-¿Hum?-dijo la del pelo azul-Me parece que usted debería fijarse mejor-el señor vio entonces, tras examinarlos mejor, que no eran tan jóvenes como pensaba. Tampoco eran muy maduros, seguramente rozaban la veintena. Cuando estuvieron dormidos, su expresión, o lo poco que se veía de sus caras, era propia de adolescentes. Ahora, sin ocultarse, se veían rasgos de adultez, además algunos de ellos tenían cicatrices o callos en lugares del cuerpo donde un chaval normalmente no los tiene.
-Luego entonces, ¿sois mercenarios? ¿Cazarrecompensas?
-¡Bueeeeeno…!-el más gordo reflexionó un poco-Algo parecido, pero ninguna de las dos exactamente.
-Pero me parece que sabíais perfectamente quiénes eran estos granujas, y estáis hablando de que el plan ha salido como esperaba, ¿sabíais lo que iba a pasar, y no habéis advertido a nadie?
-No-respondió el fuerte tajantemente.
-¿No lo sabíais, quieres decir?
-No lo sabíamos, no.
-¡Mientes!-acusó una mujer, aún nerviosa.
La muchacha rubia miró con desprecio a quien se dirigió así a su compañero.
-¡Mira, tú, no mentimos!-afirmó desagradablemente.
-¡Es demasiada casualidad que estéis perfectamente armados para nada!
-No estábamos armados cuando hemos subido, señora, a excepción de esto-respondió el castaño, mientras señalaba sus brazos y piernas, y se sacaba del largo abrigo que llevaba un paquete de cigarrillos.
-¿Y las pistolas, eh? ¡Llevabais armas!
-No, señora-intervino entonces el señor que antes había hablado-, esas pistolas son de los forajidos, se las han quitado. Me parece que el único realmente peligroso en ese sentido es este muchacho… fuertote-señaló al gordo-Ha pinchado al menos a dos hombres, además debe de haber empleado algún veneno. Llevará alguna navaja escondida, que saltó el detector de metales.
-¡No, qué va! Esos son cuchillos, mire-el gordó se arremangó la pernera izquierda-Los mismos que dan con la comida-sacó un cuchillo así, en efecto-Si quiere, vaya a ver el cadáver del individuo que ensarté por la espalda.
-¡No hace falta!
-Pero… ¡pero esto ha sido muy peligroso!-se quejó un anciano.
-Lleva usted razón. Deberíamos quejarnos tan pronto lleguemos a la estación-la castaña volvió su único ojo, triste y rasgado.
-¡Me refiero a vuestras acciones!
-¿Ah, sí? Mire, no es culpa nuestra. Nosotros no hemos querido atacar este tren, ni sabíamos de antemano que iba a ser atacado. Nosotros sólo hemos pensado el modo más adecuado de responder.
-¡Podríais haber muerto!
-Pensaba-dijo entonces la morena enigmática, su rostro era inexpresivo-que ciertas personas nos consideraban indignas mientras estábamos durmiendo. ¿Cómo es que ahora hay quien se preocupa por nuestras vidas?
-¡Eso es diferente! ¡Una cosa es no querer ver mendigos, y otra…!-se detuvo. Lo habían sacado de sus casillas.
-¿Mendigos? Mire, llevamos en este tren tres días, es natural que nos cansemos y echemos un sueño. Si le molesta que tengamos confianza como para dormir tan cerca los unos de los otros, ¡ignórenos!-le reprochó el bajito con cierta sorna.
-¡En fin…!-dijo la rubia-Al menos, la recompensa por la banda también está garantizada si todos sus miembros han muerto.
-¿Todos? Te lo digo porque no sé si ese tío estará muerto-el fuerte señaló al acuchillado.
-¡Sí lo está, ya lo he dicho!-dijo el gordo-He sentido que he atravesado su bazo.
-Entonces, ¿tienen que estar todos muertos o vivos?-preguntó la del pelo azul.
-¡No, no!-le respondió la castaña-Tan sólo se refiere al peor de los casos.
-¡Aaaah!
-¿¡Creéis que encima vais a recibir un premio!?-gritó la mujer de antes-¿Qué os creéis, que esto es una rifa y habéis ganado?
-A veces-respondió la morena de cara redonda-sólo la suerte cuenta. Sí, suena horrible, pero la vida es así: Algunos que “merecen vivir”-dijo esto con retintín-, mueren; y otros que “merecen morir”, viven. En realidad, nadie merece vivir o morir, tan sólo vivimos o morimos. No hay castigos divinos, o rescates del héroe en el último momento. Tan sólo podemos sobrepasar esta tómbola con nuestra voluntad, si es posible.
-¿Luego entonces, quieres decir que he tenido suerte porque tú tienes voluntad de vivir, y no dejarte matar hoy?
-¡Sí!-dijo alegremente.
-¿Quieres, por tanto, que te dé las gracias?
-No, ni mucho menos. Por supuesto que no. No te he salvado directamente, tan sólo a mí misma y a mis amigos. Y también quería conseguir la recompensa, ya puestos, como compensación por el mal rato.
La mujer no pudo aguantar más, y se levantó para tirarle de los pelos y abofetearla, pero la chica, sin dejar de sonreír, atrapó su mano al vuelo.
-No se lo recomiendo, señora-la maldita era bien fuerte. El caballero de sangre fría la calmó como pudo. Juan estaba muy impresionado, no pudo imaginar que conocería gente así en su vida.
-¡Son los Diez!-gritó Roberto, y de levantó sin que el sudoroso y tembloroso Juan pudiera hacer nada.
-¡No, ven aquí!
-¡Sois los Diez!
-¿Eh?-la rubia se volvió al oír al niño, y lo miró cuando se acercaba a ella. El niño saltaba y chillaba.
-¡Cinco y cinco de cada! ¡Sois los Diez! ¡Los descendientes de los héroes que expulsaron al imperio del mundo!
El grupo de jóvenes lo contempló con curiosidad.
-¡Aún existen héroes capaces de combatir ejércitos!-el niño voceó “¡Hurra!”, “¡Oeoé!” y “¡Qué guay!” unas cuentas veces.
-¡Qué niño tan dicharachero!-dijo el gordo. La rubia lo miró, y entonces sonrió. Al gordo le gustó poco eso, que su amiga sonriera era sospechoso. Se agachó, llamó al niño y fue a susurrarle algo al oído. El niño se enfadó.
-¡Mientes! ¡Tú eres de los Diez!
-¡No, no!-la rubia hablaba con tonto adecuado para hacer rabiar a los niños.
-¡Si dices mentiras, se te caerán los dientes, y serás tan fea que nunca tendrás novio!
-¿Ah, sí? ¡Bueno, no importa! Da igual lo fea que sea una mujer, porque si es ligera de cascos, no faltará hombre que la quiera encontrar-y tras decir esto puso una postura sensual.
-¿Aún más fea?-comentó el gordo con el fuerte, y se rió.
-¡Sí, también llevas razón!-dijo la rubia, de espaldas a él-Pero no importa, porque mi culito compensa mi rostro sin atractivo alguno-se lo meneó con descaro-Mira, mira, es un premio por serle tan fiel, que si vas siempre detrás de mí cuando nos movemos de un sitio a otro es porque te encanta-los demás se rieron mucho. El gordo sonrió de modo extraño, intentando ocultar que le había molestado un poco.
-¿Tu culo? ¡Oh, por favor! ¡No le deseo tu culo ni a mi peor enemigo!-volvieron a reír.
-¡Claro! ¡No se lo deseas a amigos ni a enemigos porque lo quieres para ti solo, bribón!-los otros se morían de la risa cuando veían cómo meneaba el trasero. Incluso el caballero de sangre fría reconoció que tenían salidas ingeniosas, aunque bastante descaradas.
-Es que tu enorme culo ocupa casi todo mi campo visual, siempre estás pavoneándote ante todo el mundo, y zanganeando por ahí y por aquí, que tengo que fijarme en lo que tienes más grande-la morena de la cara redonda estaba riéndose tendida en el asiento tan larga como era. El resto se encogía del dolor de barriga que les estaba entrando por las carcajadas. La mujer de antes, no obstante, estaba roja de ira.
-¡Encima es una descarada sinvergüenza! ¿Será posible?
-¡Mentirosa, te crecerá tanto el culo que no podrás moverte!-dijo de pronto el niño, y los diez empezaron a reírse tanto que a uno se le escapó un pedo, lo que hizo que rieran aún más. Juan iba a decir algo, pero entonces entró un revisor herido y el maquinista blanco, que quedaron espantados al ver los cadáveres por ahí tirados. Preguntaron qué pasaba, y el caballero les informó punto por punto de lo sucedido, pues los chavales aún estaban riéndose. Al rato, estos se calmaron, y tras secarse las lágrimas confirmaron la versión del caballero, que ellos eran los responsables y que querían cobrar la recompensa tan pronto fuera posible, si no le importaba. Ambos trabajadores contemplaron a la muchachada como si fueran animales exóticos, y preguntaron qué veneno usaron con el primer hombre muerto. El gordo contestó que era cierto condimento usado en algunos países, que en dosis altas tenía efecto letal, y que como tal lo había hecho figurar en la estación de salida. Decidieron dejar la escena tal y como estaba, y trasladar el pasaje a otros vagones, aunque los pasajeros de estos no les quitaron ojo de encima, especialmente a los muchachos que custodiaban las azafatas, el ayudante del maquinista y el revisor por turnos. Después de todo, volver a poner el tren en marcha costó menos de lo que pensaron.
En su nuevo vagón, Juan no fue observado durante mucho tiempo, porque la gente vio que eran dos niños asustados, tan asustados, que un matrimonio maduro les preguntó por su estado, pero Juan contestó que no estaban heridos, sólo muy impresionados. Narró brevemente lo sucedido, y los dos señores se asombraron de lo que les contó. El caballero reconoció que le gustaría ver qué muchachos habían conseguido semejante hazaña, y Juan le contestó que seguramente no pasarían desapercibidos en la estación. Roberto, por su parte seguía indignado, y Juan se acordó.
-¡Por cierto, Roberto! ¿Qué te ha dicho antes? ¡No importa qué te diga esa chica, hay que ser educado siempre!
-¡Que los Diez son los padres!-dijo él enfurruñado.
-¿Qué, los Diez?-preguntó la señora-¿Los de la leyenda?
-Verá, señora, antes del asalto le estaba leyendo esa historia, y resulta que los chicos de los que he hablado son exactamente diez…
-Pero, ¿cinco chicos, y…?
-¡Y cinco chicas! ¡Exactamente!-completó Juan.
-¡Qué curioso! ¡Una coincidencia muy llamativa!-exclamó el caballero.
-Sí, y él piensa que pueden ser descendientes, ya sabe, como en la parte que habla del fin del reino de los Diez y de cómo sólo unos chicos, a los que salvaron en el pasado antes de ser famosos, los reconocieron y…-explicó Juan.
-…Y decidieron que la vida del héroe que no buscaba el reconocimiento inmediato era lo mejor. ¡Realmente, parece increíble que hoy en día puedan encontrarse personas que parecen salir de las leyendas antiguas!
-Sí, lleva razón-concluyó Juan, quien por sus adentros pensó que no podía ser, aunque ahora reconocía que esos jóvenes bien podían ser los Diez. Quizás, si fuesen más educados…
-Pero son demasiado maleducados, la verdad, muy desagradables…-dijo él, y empezó a contar la broma del culo. Mientras, en otro vagón la gente no podía dejar de mirar a los protagonistas del día, que estaban hablando tranquilamente, o mirando por la ventana.
-Deberías haberle dicho la verdad. “Sí, señora, debe darme las gracias, porque gracias a mí hemos tenido suerte, porque doy buena suerte.”-la rubia hablaba a la morena de cara redonda.
-No es cierto, sólo yo tengo suerte, a costa de la desgracia ajena, como pasó con mis amigos-respondió esta.
-No es culpa tuya, tú no los mataste-dijo el gordo.
-Sí, es verdad-afirmó la rubia.
-Ya lo sé, pero pudo pasarle a cualquiera, y a mí no me tocó esa persona ni una vez.
-No te obsesiones-dijo la castaña, y la otra morena asintió.
-En fin, ahora en la estación tendremos que demostrar toda la historia. Es una suerte que ese caballero tan amable se ofreciera a explicar la historia-dijo el fuerte.
-Deberíamos haberle dado las gracias-dijo el bajito.
-Yo se las he dado por todos-dijo el gordo.
-Siempre vas a tu aire-le dijo la rubia. El gordo no le hizo el menor caso.
-¡Pero tengo una duda!-dijo la del pelo azul. Una azafata estaba ahora vigilándolos, y lo cierto es que parecían muy normales, totalmente incapaces de liquidar una banda de forajidos. No sentían ningún temor. Entonces un hombre se dirigió a ella.
-¡Señorita!
-Perdone, señor, no puedo atenderlo ahora mismo, porque…-intentó explicarse, pero la cortó en seco.
-¿Quiere contarme qué ha sucedido?
-Verá, ha habido una reyerta en el último vagón con unos bandidos, pero no ha de preocuparse, porque han sido reducidos y…
-¿Son ellos?
-¿Cómo dice?
-¡Pregunto si estos son los bandidos!-señaló a los diez chicos.
-¡No, No! Ellos, en verdad…
-¡No me engañe! ¡Los están vigilando intensamente! ¡Si esos niñatos tienen algo que ver, le juro que…!
-¿Que qué?-el fuerte estaba entre ambos. Ni lo habían olido.
-¿Cuándo has llegado?
-Hace seis segundos, más o menos. ¿Qué dice usted que hará?
-¡Protestaré firmemente!
-Protestará… ¿Por qué?
-¡Porque ahora mismo los cómplices de unos bandidos me está molestando!
-¿Bandido? Usted es imbécil. Si yo fuera un bandido, estaría atado de pies a cabeza, herido o muerto. Y lo mismo si fuera cómplice. Nosotros somos los que los han reducido.
-¡No puede ser!
-¿Qué pasa?-preguntó la del pelo azul-¿No quieres ver eso? ¿Qué haces hablando ahí?
-Este se piensa que nosotros somos los bandidos, en lugar de sus captores-todo el mundo se volvió.
-¡Será gilipollas!-gritó la rubia. El resto de los diez chicos lo miró de mala manera. El hombre se sintió algo cohibido.
-¿Sabes qué te digo? ¡Que toma!-dijo la del pelo azul. Se levantó, se subió al respaldo del asiento y empezó a menear el culo, como hiciera la rubia antes, porque le decía al gordo que el culo de la rubia no era nada comparado con el suyo. El pasaje se quedó de piedra. La azafata fue por ella.
-¡Basta, por favor! ¡Sé perfectamente que no sois bandidos, hace horas os llevé la comida! Lo recuerdo porque un chico sacó un condimento del bolsillo y porque me faltan unos cuchillos. No seas una descocada.
-Bueno, vale, pero porque nos tratas con respeto-y se sentó. El fuerte volvió, se quedaron callados.
-Oye-le dijo el gordo a la rubia-, podrías haberle dejado al chaval la ilusión-la rubia sonrió.
-¡Bah! Es mejor que cuanto antes aprenda que en la vida es mejor confiar en la gente normal y buena, no en supuestos héroes maravillosos, que ni sienten ni padecen.
-Ya, pero…-el gordo se inclinó hacia ella y le habló en el oído-le has mentido. Te quedarás fea-añadió con sorna. La rubia se rió.
-Bueno, nunca me habría ganado el sustento con mi cara bonita.
-Pues creo que eres muy guapa.
-Tú también mientes, pues.
-Es que tu expresión cuando estás contrariada me parece muy interesante.
-¿Interesante?
-Ya me entiendes.
-No, no te entiendo-dijo burlonamente.
-Me la comería a besos.
-¡Te veo muy capaz!-se rió del chiste tan malo.
-Este… si vais a montároslo, por favor, que sea en el cuarto de baño-el negro se rió. Los demás sonrieron maliciosamente.
-Sí, no creo que os digan nada por un polvete, si es rapidito-sugirió el bajito. La azafata tuvo que reprimir la risa.
-Pero claro, los que no somos tan afortunados no tenemos que ver vuestro éxtasis, ¡anda, anda!-el fuerte mostró unos dientes blancos.
-¡Pero si os encanta espiar, que lo sé yo! Seguro que filmaríais películas pornográficas si tuvieseis narices-les contestó la rubia.
-Las tendríamos si no fuerais tan cobardes para dar el primer paso-la morena de la cara redonda les sacó la lengua.
-Quizás deberíamos ponernos de acuerdo un día, y participar todos a la vez, para así aprender todos juntos-el gordo se rió, pero los demás callaron.
-Ya es pasarse un poco, ¿no?-le dijo la rubia.
-¡Sois unos sosos!-les recriminó el gordo, pero se hicieron los suecos-De todos modos, ¿qué problema había? El niño tenía buena intuición.
-Pero prefiero que piense que somos unos bordes, que no hay duda, a que somos héroes, que está por demostrar-concluyó la rubia. El gordo volvió a su sitio. Todos callaron, y miraron cómo se movía el paisaje. Pero ellos eran los que se movían.
Sólo quedaba saber a dónde iban.

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¡Ya está! Antes de que alguien lo pregunte, no se me han ocurrido nombres para ellos. Sucede que, como he dicho en la cabecera, varios de los Diez están basados en arquetipos de héroes de tebeos, libros, videojuegos, películas o series, e incluso en algún caso son mis reinterpretaciones de algunos personajes que me parecieron desaprovechados por algún motivo. Por ello, pienso en ellos como "la parodia de X". Quizás algún friqui muy friqui del producto original pueda reconocer a algunos de ellos, pero la mayoría de los lectores ocasionales carece de pistas suficientes.
Como autor, me parece que, aunque es sólo una presentación, esto es, una puesta de escena, he desarrollado demasiado a dos de ellos (el gordo y la rubia), y el resto ha quedado algo descolgado. Y es que nueve páginas daban para poco, aunque Nicolás pensará que ya es demasiado largo.
Bueno, eso es todo. A ver si dentro de poco puedo obsequiaros con otra parida, o relato extravagante, o con nombres para los Diez. ¡Hasta entonces!