domingo, diciembre 7

Sentimentalismo, ñoñería y otras tonterías.

Hace algún tiempo, ese gran hombre llamado Lordtaku publicó una entrada en su blog que criticaba la sensiblería de algunos friquis a la hora de ligar. En mi opinión, no sólo lleva razón, sino que medios serios* como la literatura o el periodismo la usan desvergonzadamente. La sensiblería, ñoñería, o como queráis llamarla, no es buena para nada a la hora de comunicar, y para colmo sólo logra poner en contra al lector, que piensa que intentan tomarle el pelo.
Por ello, y contando con el permiso de Taku, uso sus imágenes para exponer unos ejemplos**.



· Sensiblería solidaria
Hay que saber distinguirla de la sensibilización, pero hay quien cae en ella. Léase esta viñeta, cuyo texto proviene de un relato.



¡Pero qué malos somos los españoles! No sólo levantamos vallas, sino que hemos desarrollado una evolución fonética pensada para herir la garganta de las gentes del Magreb cuando aprenden nuestra lengua (ni a Lex Luthor se le ocurre). Ahora en serio, me parece estupendo que el autor de la cita pretenda ilustrar la dificultad del idioma que los inmigrantes han de afrontar, ¡pero leches, sé lógico! Cierto es que el sonido de la j en español es más duro que aspiraciones y similares, pero de ahí a que provoque ronquera hay un trecho. Más bien, me parece, le duele la garganta por hablar mucho para lograr la pronunciación correcta.



Como profesores y trabajadores cuyo empleo de la voz es vital. Ahora bien, si quieres dar a entender que sí, que el sonido de la j para un no hispanoparlante es similar a tragar cuchillas de afeitar, lo mejor es dejarse de chorradas y emplear una metáfora.



No es la más brillante de las metáforas, pero como mínimo es válida: expresa una opinión, y no deja lugar a dudas.

·Obviedad ñoña
Hay un dicho periodístico que afirma que Una noticia no es que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda un perro. No obstante, no es raro encontrarse en los diarios tópicos demasiado conocidos, llegando al punto de que el dicho anterior ya es casposo. Y si se une un tema en que podemos ponernos nostálgicos, se leen cosas así.



Es lo que tiene, supongo, que la historia del cómic no haya acabado todavía, y sigan apareciendo nuevos tebeos. En la literatura pasa algo parecido: mi padre me recomienda insistentemente Sinuhé el egipcio, entre otras, pero me suelen llamar la atención obras más recientes. En otros lectores es más frecuente, y por tanto, no debería llamarle la atención a nadie. Sin embargo, basta que reaparezca un clásico (la verdadera noticia) para que ya empiece la lagrimita fácil ligada a la declaración Cualquier tiempo pasado fue mejor.



Sigue siendo una perogrullada, pero esta sí se refiere a la noticia, y es mucho más positiva, ¡dónde va a parar!

·Simpatía bobalicona
Quien más, quien menos, habrá observado cómo los actores publicitarios suelen adoptar un aire ingenuo, con la esperanza de calar hondo en el publico. Lo más sangrante es que los periodicos también se dan esos aires a la hora de presentar... ¡Digo, de informar algún producto especialmente fructífero!



Alquien que, como yo, ha visto casi un 90% de películas en casa, cuando son emitidas por la cadenas, se queda asombrado ante la declaración. Investiga, y descubre que la Disney está tras la película. ¡Qué inesperado, una obra de Disney es un éxito redondo! Con lo alternativa que es, que cuando triunfa, se entera todo el mundo.



Por ejemplo. Para acabar, y aunque no sea muy objetivo, un último regalo.



En resumen, espero que quede claro que la sensiblería no es buena. Se puede ser frío, apasionado, colérico, cínico o más, pero nunca resultar patético.

* Bien, al menos eso dicen.
** El segundo ejemplo es la cita exacta. Los otros dos son aproximados, pero el sentido se conserva.

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