martes, mayo 3

Cuidando con afecto. Parte I.

¡Bienvenidos al programa de cocina Homo hominivorus! Saluden a nuestros presentadores… ¡Danny y Michiru!

Entraron desde lados contrarios para apoyarse el uno sobre el hombro del otro.

-¡Hola, amigos!-saludó Danny, mesándose el flequillo al tiempo que sus seguidoras más fanáticas coreaban su nombre-¡Buenos días, Michiru!

-¡Hola, Danny! ¡Hola, gente!-para sorpresa de la joven, las mismas seguidoras empezaron a abuchearla al grito de “¡Arpía!”, “¡Eres una golfa!” y “¡Si no dejas en paz a Danny, te mataré!”.

-¡Vamos, chicas!-dijo Danny un poco preocupado-¿No querréis asustar a la pobre Michiru?

-¡Déjalas, Danny! Son libres de expresar su opinión.
Danny pidió silencio, y el público fue bajando la voz. Entonces, dramático, dijo:

-Señores, Michiru ha muerto… cien veces esta semana.

El público ahogó una exclamación mezclada con extrañeza.

-Debemos ser serios por esta vez, amigos. Algunas personas no acaban de entender cómo funcionan los clones sintéticos Pandora 3000®. Concretamente, no saben que necesitan respirar y comer para seguir viviendo.

El público habló asombrado. Michiru tomó la palabra.

-Como bien sabrán, firmé un acuerdo con el grupo Pandora que autorizaba la puesta en venta de clones sintéticos hechos a partir de mí-debajo de la pizpireta Michiru apareció una copia del contrato, que rezaba:

Por la presente, y desde el momento presente hasta la perpetuidad, Michiru García García acepta que la empresa Pandora podrá comercializar productos fabricados a partir de su ADN a cambio de un 20% de los beneficios netos de la venta de los mismos. Las especificaciones de cada producto se detallarán en contratos aparte.

Un espacio ocultaba el resto del contrato, acabando en las firmas de los interesados.

-Bien, las Michiru, o como me gusta llamarlas, Michurrinas, aparecieron hace un mes a la venta-continuó la bella-Son clones sintéticos con una memoria independiente, basada en mi trabajo en antena. El cuidado es el básico y necesario para una persona, excepto en las necesidades espirituales por tener inteligencia limitada (creen estar presentando el programa en casa de un televidente, rutina que se inicia cada vez que despiertan). Bueno, pues ciertos consumidores parecen ignorar este aspecto, e intentaron mantener las copias dentro del envoltorio original.

El público rumoreaba, agitado.

-Así, vamos a dedicar este programa a explicar el cuidado de los Pandora 3000 modelo Michiru. Los consumidores que han intentado mantener a las Michiru dentro del envoltorio original han organizado un buen revuelo en la red, pero ninguno ha querido responsabilizarse de venir a debatir aquí, en el programa, al respecto.
El público empezó a insultar, a lo que Danny hizo una señal. El público quedó silenciado.

-Sentimos mucho silenciar a nuestro considerable público, pero es necesario que todo quede claro. Decía que nadie ha querido venir, pero sí hemos encontrado a un consumidor dispuesto a dialogar por videoconferencia con nosotros sobre el extraño suceso. Ha fundado en Facebook el grupo “Dejé a Michiru en su envoltorio original y se asfixió”. Con nosotros, está Miguel Pérez Selvúpeda.

En ese momento, en la parte superior de la pantalla apareció el logo “Conversación telefónica”. En el inferior, apareció un logo que resumía el programa hasta el momento.

Hablamos con Miguel Pérez Selvúpeda, fundador de un grupo de Facebook donde se protesta por las muertes accidentales de Michiru.

-¡Mecagüendiós!-se oyó de pronto a través de dirección, y apareció en la pantalla principal un joven obeso, medio calvo y con gafas de pasta. Estaba indignado, y le temblaba la papada de rabia.

-¿Nos oyes, Miguel?-preguntó Michiru.

-¡Sí! ¡Y no me llamo Miguel! ¡Me cambié el nombre legalmente a Miguelito hace un mes!

-Lo sentimos, ha sido un error-se excusó Danny-¿Has visto el programa hasta ahora?

-¡Sí! ¡Y estoy muy enfadado! ¡Se me está tratando como si fuera idiota!

-¡Por favor, Miguelito! ¡Intenta entender la situación! Creíamos que todos nuestros telespectadores sabían que los clones sintéticos necesitan comer y respirar. ¡Como cualquier otra persona!

-Entonces, ¿por qué vienen empaquetados y no mueren entonces?

-Miguelito, tienes que haber visto que dentro de la caja había un objeto rosado que latía. Es una placenta artificial-comentó Michiru-Lo sé porque hice pruebas con unas cuantas para comprobar su funcionamiento.

-¡No, no lo he visto!

-¿Cómo que no? Si abres el… ¡Ay, sí! Que no has abierto el envoltorio, claro.
-Un momento, ¿es de donde salía ese líquido amarillo?

-¡Eso es la orina! Me refiero al otro del ombligo.

-¡Aaaaaah! Sí, a los pocos días dejó de entrar líquido.

-¡Entonces, con más razón murió! Se le acabó el oxígeno.

-¡Pero sí despertó!

Michiru y Danny se miraron.

-No es posible. Cuando sacas a Michiru del envoltorio, la revives con el desfibrilador desechable (incluido en la caja). El envoltorio está fabricado a partir de un aislante eléctrico para evitar un despertar no programado-comentó Danny.

-Sí es posible si aplicas presión con un gato de bicicleta rítmicamente…

-¡Un momento…! Dime, ¿eso mismo lo han hecho todos los clientes?-preguntó Michiru.

-Bueno, algunos han usado planchas, pero…

-Eso es una clara manipulación del producto en un modo no especificado en el manual de instrucciones. Nuestra discusión ha acabado-comentó Michiru.

El rótulo anterior alternaba los dos siguientes textos:

“He usado un gato de bicicleta en vez del desfibrilador desechable.”, admite Miguelito.

“Es una manipulación del producto ajena a las instrucciones del fabricante.”, asegura Michiru.

-¡Pero qué dices! ¿¡Me vas a dejar así!? ¿Qué hago yo con la Michiru rota?

-¡Cómetela! Te aseguro que estoy muy buena-Michiru sonrió a cámara.

-Por favor, Michiru-sugirió Danny, y se dirigió a un colorado Miguelito-Miguelito, mucho me temo que poca ayuda podemos darte entonces. Está claro que has resucitado a Michiru como mejor te ha parecido, sin atenerte a las especificaciones. Lo único que podemos hacer es aconsejarte que actúes con mayor prudencia la próxima ocasión.

-¡Sois unos políticamente correctos! ¡Unos políticamente correctos!-gritó Miguelito.

-¡Por favor, Miguelito! ¡No nos insultes sin razón!-suplicó Danny.

-¡Que sepáis que voy a subirlo todo a mi blog!-chilló, y cortó la conexión.
Michiru y Danny parecieron desolados.

-Nosotros hemos hecho lo posible para solucionar su problema-comentó Michiru, con amargura.

-¡Claro que sí, Michiru! Ustedes son testigos, queridos amigos.

Michiru pareció desorientada.

-Entonces, ¿hacemos la demostración que teníamos preparada?-preguntó al cabo.

-No sé… La idea era hacerlo con…-Danny se quedó mirando a cámara-¿Seguimos con una sección de preguntas del público? ¿No íbamos a hacer eso…? ¿Ah, sí?
Danny se rehízo y sonrió.

-¡Bien, amigos! ¡Ha llegado la hora de preguntas de la audiencia!-anunció-¿Lista, Michiru?

-¡Siempre!-dijo ella señalando con el pulgar hacia arriba.

-Bien, veamos, una de las preguntas más frecuentes es la siguiente-en el rótulo se pudo leer:

¿No harán un Clon Sintético Pandora 3000® 3000 de Danny?”, una legión de admiradoras desesperadas.

-Bien, la respuesta es afirmativa-comentó Michiru-De todos modos, aún está en fase de desarrollo, ¿no, Danny?

-Sí, hay problemas relacionados con mi inteligencia… Todos los clones se han suicidado o han intentado huir. Por lo visto, tú encuentras más fácil el separar tu vida del trabajo.

-¡Caray! Bueno, pasemos a la siguiente pregunta.

“Michiru, ¿saldrás fotografiada en Interviú?”, onanistas anónimos.

-¡Esta pregunta suele incluir la aclaración de que están contentos con las Michirus, pero que quieren más! Dinos, Michiru.

-Pues no lo he considerado. Mi agente siempre me ha comentado que el paso de las concursantes expulsadas de Gran Hermano ha hecho que el público relacione esa revista con el fracaso televisivo. Quizás yo sea una excepción.

-¡O el precedente de Interviú como revista del éxito televisivo! Bien, siguiente pregunta.

“¿Quién lleva la cuenta de Twitter del programa? Actualiza mal e insulta a quien intenta corregirle.”, twitteros.

-El becario responsable ha sido expulsado por su mal comportamiento-comentó Danny. Siguiente pregunta, por favor.

“He querido comprar algunos de los modelos exhibidos por Michiru y he oído decir que son exclusivos para ella, ¿es cierto?”, niñas bien (vestidas).

-No, es un rumor sin fundamento-aclaró Michiru-La gente me confunde con el cyborg de Leticia Sabater, ¡Dios sabrá por qué! Siguiente pregunta.

“Michiru, ¿por qué no respondes a mis e-mails?”, tu seguidor número 1.

-¡Hijo, me envías cien e-mails semanales! ¡No puedo con tantos para una sola persona! Además, la mayoría de ellos son poemas copiados de libros anteriores a la sedunda miniguerra mundial. ¡Muchos son de un tal Juan Ramón Jiménez!

-¡Qué nombre tan raro!-dijo Danny-¡Otra!

“Danny apareció en la película Ocaso de Eurovisión, pero no salió en los créditos.”, agudos observadores.

-¡Eso no es una pregunta, sino una afirmación! Pero es verdadera. Al principio iba a ser uno de los protagonistas, pero no pude continuar el rodaje debido a un asunto personal. Sin embargo, hubo una confusión en el montaje derivada del hecho de que los principales responsables consumieron cocaína por encima de los límites aconsejables para su profesión, y aparecí durante dos minutos. Una demanda legal está dirimiendo el asunto.

-¡Ya te dije que estabas en tu derecho! Siguiente pregunta.

“¿Es cierto que hacíais peep shows en uno de los principales locales de sexo del mundo, y que allí os descubrió la cadena?”, investigadores aficionados y biógrafos no autorizados.

-Lo sentimos, pero los detalles acerca de nuestra contratación están blindados por poderosas cláusulas legales-reveló Danny, incómodo.

-Sí, no es algo de lo que podamos hablar. ¡Otra!

“En el programa anterior, oí que Michiru llegó a visitar los barrios de esclavos de Nueva Andalucía. ¿Fuiste ahí de cooperante, Michiru?”, espectadores atentos.

-Pues sí, lo fui. En aquel entonces era joven, idealista y aún no ganaba un millón de unidades monetarias mundiales al mes.

-¡Te has adelantado a la siguiente pregunta, Michiru!

“En serio, ¿cuánto ganáis al mes?”, interesados.

-¡Oh! Bueno, pues un millón de u.m.m. al mes. Los beneficios derivados de la publicidad son variables según la época y los patrocinadores, pero yo diría que da una media de millón y medio al mes. En total, 2,5 milloncejos-estimó Michiru.

-Sí, es un buen cálculo. ¡La última!

“¿Están saliendo Michiru y Danny?”, cotillas.

Ante esta pregunta, ambos sonrieron.

-¡Sí!-dijeron e hicieron una señal.

El público rugió repentinamente.

-¡Y nos casamos en el próximo programa!-anunciaron.

El público empezó a gritar enloquecido. Lloró, rió, bailó, se desmayó…

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