miércoles, agosto 24

Cinefilia y “tebeofilia"

Durante estos días me he hartado de ver películas, ni más ni menos que tres películas en dos fines de semana, y todavía tengo grabada una miniserie que la primera despachó en cuatro horas seguidas, con apenas anuncios.
Election, estadounidense, es una de esas películas que mezclan la crítica social con el humor más descarnado y grosero. En esta película una alumna modelo quiere ser la representante de los estudiantes con el fin de mejorar su expediente escolar para entrar en Harvard. El problema surge cuando un profesor, apodado señor Eme, propone otro candidato, un jugador de fútbol lesionado y bastante inculto porque teme la ambición desmedida de la primera... En fin, la película se hace interesante, con un cachondeo desmedido y un montón de tácticas rastreras para conseguir votos. ¡Y pensar que yo me retiré de delegado el último año porque fui elegido en mi ausencia y estaba hasta los huevos de mis compañeros!
Advierto que el lenguaje es soez y vulgar, con perlas como ¡Lléname, métete en mí!...¡Fóllame, fólleme del todo, señor Eme!. Así, nadie se quejará después. Eso sí, conste que ignoro si hay relación entre el señor Eme y M. A. Barracus del equipo A. XD
La guerra de los Rose es también estadounidense, y seguramente más conocida por tener sus años. Un feliz matrimonio, los Rose, con dos hijos mellizos y una casa preciosa, deja de serlo cuando el marido sufre un amago de infarto y su señora no lo visita mientras está ingresado en el hospital. Cuando hablan de ello, ella reconoce que ya no lo ama y pide el divorcio. La cosa sigue, cuando llega el problema de quién se queda la casa... porque ninguno quiere dar su brazo a torcer. Así que los recién divorciados viven juntos con tiranteces hasta que sus hijos van a la universidad, momento en que empieza el caos. La historia es contada en pasado por un Danny DeVitto muy metido en un papel de abogado de divorcios. Atentos a los momentos de humor, brutales, incluida la traca final.
Gattaca es de la misma nacionalidad, aunque ya no es una comedia sarcástica, sino un filme de ciencia ficción que habla de un mundo frío dominado por la genética. En la sociedad que describe, no obtienen los puestos de trabajo aquellos que están preparados tan sólo intelectualmente, sino aquellos que además están preparados genéticamente. Por ello, la mayor parte de los hijos son concebidos artificialmente maximizando las cualidades genéticas de sus progenitores y evitando cualquier aspecto genotípico desaconsejable (enfermedades, miopía, carácter violento, drogodependencias o ser zurdo (no, no es broma)). Por esto, los concebidos naturalmente son despreciados y no admitidos para nada, pues siempre tienen algo desaconsejable. En este contexto vive Vincent, el protagonista, natural, zurdo, miope y con una lesión cardíaca que le auguraba un 99% de probabilidades de morir a los 30 años. Tiene un hermano “perfecto”, Anthony, que es el favorito de su padre, un tipo desagradable como en un buen número de películas estadounidenses. El sueño de Vincent es ser tripulante espacial, y se prepara incesantemente para ello, a pesar de las recomendaciones de su padre. Debido a que ninguna empresa acepta a los “no válidos” (lo cual se debe, teóricamente, a que no quieren perder dinero con el seguro médico que suponen), se ve relegado a labores de limpieza. Pero su oportunidad surge gracias al negocio de los “eslabones prestados”, que consiste en que un “no válido” adopta la identidad de un “válido” caído en desgracia... Entonces empieza la película, en que Vincent se ve obligado a ser el artista de la falsificación en ese sistema opresivo, incluyendo yemas falsas con sangre de su “doble” (¡Eeeeergh!). El argumento es realmente sorprendente, con un detalle final inesperado.
En fin, sólo me queda la miniserie, Rose Red, basada en un relato de Stephen King.
Ahora les toca el turno a algunos tebeos que he leído últimamente.
El primero es la gran sorpresa, Azumanga Daioh, de Kiyohiko Azuma. Es un conjunto de tiras llamadas yon koma manga (tebeo de cuatro viñetas) que relata las anécdotas sorprendentes que le ocurren a un grupo de chicas, compañeras de clase. El humor es surrealista, sobre todo con “Osaka”, la soñadora que sufre alucinaciones en las cuales las coletas de Chiyo (cría de diez años superdotada que va a la secundaria superior, para mayores de quince años) conspiran contra ella. Por otro lado, vemos que una chica de aspecto duro como Sakaki es en realidad un pedazo de pan, que Koyomi es demasiado perfeccionista para su edad, la actividad incesante de Tomo y los problemas de Chiyo en educación física (diez años y ejercicios de gente de quince). En fin, realmente recomendable, cuatro números. Eso sí, el precio es algo alto para 160 páginas, 10€, pero la edición no desmerece. Editada por Norma.
Ahora dos, The Authority y Planetary de la editorial Wildstorm. Ambos comparten no sólo editorial, sino guionista, Warren Ellis, en su mejor parte, Planetary al completo y The Authority en los doce primeros números; y ambos tratan de superhéroes. The A. lo hace en tono paródico llegando a la máxima expresión superheroica, con una progresión de poder de los enemigos acojonante. La historia comienza con Jenny Sparks, superhumana de casi cien años conocida como “El espíritu del siglo veinte” cuya habilidad es el manejo de la electricidad (y una misteriosa eterna juventud). Está organizando un grupo de siete superhumanos con el cual defender el mundo. Simultáneamente, Moscú es atacada por un ejército de “superbastardos” y posteriormente Londres recibe el ataque, pero entonces llega el grupo, The Authority... En fin, The A. se presenta en arcos de cuatro números (24 páginas cada uno, 96 páginas en total) en los cuales los protagonistas tienen que salvar el mundo de una amenaza peligrosa. Lo realmente original de este tebeo es la mala leche que destila, amén de la exageración y violencia de los protagonistas, capaces de destruir un país completo con tal de defender el planeta. Por tanto, no estamos ante los típicos protagonistas con sus principios inviolables de no matar y similares, estos no respetan a nadie, gobiernos sobre todo, en su importante tarea. Realmente llega a un punto bastante temible, pues los protagonistas pasan a ser la policía del mundo. Eso sí, desmejora mucho a partir del número 12, momento en que Ellis le pasa el guión a Millar (y un cameo de Peyer). Entonces la historia es muy transgresora y exagerada, con miles de referencias a líderes mundiales y otros tópicos incorrectos. Tantos, que uno se da cuenta de que Millar necesita más espacio, porque el calzador que usa no es suficiente. Eso sí, sigue haciendo gracia, pero la verdad... Visto cómo acaba (y el especial de Tierra quemada), no me apetece comprar la segunda edición que acaba de aparecer.
Esp só, hace gracia ver como The Authority destroza a los Cuatro Fantásticos, los Vengadores y otros grupos clásicos con apenas esfuerzo.
Otra cosa es Planetary. En esta, Elijah Snow es un superhumano de casi cien años (“dejà vu”) que es reclutado por una misteriosa organización llamada Planetary. Allí será el tercer hombre, acompañado por Jakita Wagner, mujer de fuerza increíble, y el Batería, un chiflado que puede hablar con las máquinas. Se dedican a investigar sucesos sobrenaturales, pero algo raro sale a la luz... A diferencia de la anterior, cada número de 24 páginas es una historia que revela un poco más del enigma planteado en los primeros números. Todas son homenajes descarados a diversos tebeos y películas de ciencia ficción, por lo cual no os extrañe ver a Godzilla, John Constantine y la Liga de la Justicia (Superman y demás).
Desde luego, espero hacerme lo más pronto posible con la segunda edición.
Por último Inu-Yasha y Naruto siguen en su línea, bien.
Aparte, he publicado mi primer post en Lost Levels, blog colectivo de videojuegos, al cual he sido invitado gentilmente por Koopa.
Hale, hasta la vista, que será tras los exámenes. Buena suerte a todos y a triunfar.

5 comentarios:

Chuck Draug dijo...

He visto Rose Red, y la verdad es que me gustó bastante la mini-serie. No es que sea lo más de lo más en adaptaciones de novelas de Stephen King (para eso me quedo con El Resplandor o It, esta última genial, en mi opinión), pero esperaba algo muchísimo peor.

Yo de películas, en las últimas dos semanas, me he visto Sin City, Charlie y la fábrica de chocolate, Kung Fu Hustle (versión original con subtítulos en inglés) y La Isla.
La primera y la segunda me encantaron (gran trabajo del tándem Rodríguez - Miller, y una nueva y grata sorpresa con Burton y un Johnny Depp que no deja de sobreactuar, pero que sin eso dejaría de ser Johnny Depp :P). Kung Fu Hustle está entretenida, pero de Stephen Chow sigo prefiriendo, y con diferencia, Shaolin Soccer. Y sobre La Isla... bueh, no está mal el planteamiento, pero hay fantasmadas que sobran y le restan muchos puntos, aparte de algunas escenas sosas. Lástima...

En fin, veo que has tenido mucha más suerte que yo en lo que a películas se refiere. ;P

Koopa dijo...

Tengo que pillar Azumanga, tengo que pillar Azumanga...

Ah, y Lost Levels Mola! Spam, spam!!

Nixarim dijo...

yo Rose Red la he visto. No es está mal, se deja ver... es entretenida :) Aunque te advierto que, por norma general, las miniseries me suelen gustar...

jummm, Azumanga mola. Mola mucho. Y Osaka es la mejor... más de una vez me he identificado con ella XD

capolanda dijo...

Mañana y pasado mañana veré Rose Red.
Elfo, es que yo veo películas grabadas. Vamos, que la sselecciono. XD
Y Osaka mola, sí, Deed, me recuerda a mí, pero yo tenía y suelo tener buenas notas. ;) Quiero decir, se parece en eso de quedarse dormida en clase (pasa que yo sé despertarme en el momento justo.)
Y Koopa, sí, Lost Levels mola. Pero hasta el 13 en adelante no esperes nuevos posts.

Chuck Draug dijo...

Hombre, en las últimas dos semanas lo único que he visto grabado ha sido Rose Red. Por eso no he tenido tanta suerte a la hora de ver películas. :P

¡Hala! Koopa con spam, ¿por qué no me sorprende? xD