Como no sabía qué título darle a esta entrada (soy malísimo para ello), he decidido rememorar esta frase, que fue el mensaje oficial dado por el Sindicato de estudiantes para confirmar que iba a manifestarse contra la LOU. La causa es este artículo de La voz de Galicia. Ahora, voy a discutir dos puntos:
El uso de calculadoras
No negaré que lleva algo de razón, y que en matemáticas, como norma general, el que no me dejaran usar la calculadora fue beneficioso. De todos modos, me gustaría criticar que hay otra faceta del problema: muchos alumnos no aprenden a razonar matemáticamente. Por ejemplo, si se tiene que multiplicar de cabeza 14x4, es más fácil visualizarlo como
(10+4)x4=10x4+4x4=40+16=56.
Sin embargo, no sería la primera vez que veo a un estudiante de ciencias incapaz de hacer esto en casos más complejos, como fracciones. Este problema no entronca sólo en usar calculadora, es simplemente que no se insiste en los axiomas. Al menos, yo recuerdo que estudié polinomios hasta deducir expresiones de orden n con el triángulo de Tartaglia o de Pascal.
De hecho, el uso de la calculadora en las asignaturas de ciencias y en la universidad ha hecho que yo pueda calcular de cabeza decimales de hasta tres cifras, debido al efecto mnemotécnico de repetir ciertas operaciones. Claro que entonces yo llevaba cierta base.
Incapacidad de redactar
Yo nací en 1982. Empecé mi educación en la EGB, continué en la ESO y acabé el bachillerato de ciencias en 2000. Después, acudí a la universidad. Doce años durante los cuales hice aproximadamente diez redacciones en español. De hecho, redacté más en inglés, lo que me hizo bien, pero no es el caso general ni de broma. Si sé escribir lo suficientemente bien para no ser confundido con un ágrafo, es porque leí (y leo) un montón. Pero no debería así. Un universitario debe saber escribir sin ser confundido con un ágrafo. Por tanto,la escuela debe enseñarle las normas de ortografía y de redacción, y hacerle practicar hasta que tenga cierta soltura. ¿Es razonable esperar que un alumno aprenda en su tiempo libre el teorema de Pitágoras o la estructura del cloroplasto? ¡Pues entonces!
Sí que hice muchos dictados, los cuales al menos me aseguraron el conocimiento ortográfico, pero no deja de ser necesario practicar la redacción per se. Este tema del uso de la lengua ha sido objeto de furibundas críticas por parte de algunos, como el amigo SuperSantiEgo. Aunque no llevara razón en alguna parte de su artículo, no deja de verse la falta de preocupación por la red, por ejemplo, donde un montón de estudiantes de ciencias la restan importancia a no poder escribir tres frases sin dar patadas al diccionario o sin cometer incoherencias gramaticales.
En resumen, que tenemos cierto universitariado, que dirían los políticos, torpe con las dos principales herramientas abstractas: el lenguaje y las matemáticas. ¡Terrible!
4 comentarios:
Yo he llegado a leer, en un escritor que empezaba (ese mismo que decia que el Quijote era una novela trasnochada) que todo eso de las normas gramaticales, ortográficas y sintácticas eran restos de la educación franquista. Como lo oyes. Es muy difícil hacer frente a tanto imbécil
¡Claro, nada mejor que la ausencia de normas! No hay más que visitar algún foro lleno de adolescentes adictos al lenguaje SMS para ver cómo esto mejora la comunicación.
En la enseñanza habitual/formal sobran contenidos y faltan habilidades (expresarse, comprender, calcular...)
Exacto, porque no se practica lo suficiente.
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