El suplemento Los domingos de ABC de hoy incluye un reportaje sobre un hecho que ya conocía: el alcance de las patrañas, en relación a la aparición de una película sobre el fin del mundo, supuestamente basada en una profecía maya. Digo "supuestamente" porque la cantidad de posibles traducciones de la frase en que se basa todo esto es numerosa, así que conocer su significado literal es casi imposible.
La red ha servido para mejorar la rapidez con que se transmiten las ideas, ya sean artículos científicos o la última chorrada graciosilla. El problema ocurre cuando se difunde una idea básicamente absurda y contraria a la razón. Concretamente, las pseudociencias han experimentado una difusión fascinante hasta el punto de que se ha impuesto el término magufo, portmanteau forjado a partir de mago y el acrónimo inglés UFO. Magufo es quien cree en las teorías de visitas extraterrestres, parapsicología y otros cuentos del mismo palo.
Lo realmente preocupante es que muchos de estos individuos son incapaces de distinguir la plausibilidad de la realidad. No se dan cuenta de que las teorías han de ajustarse a los hechos, nunca al revés. Se llega a dar en ellos la ley de Poe, que viene a decir, en general, que el discurso de los fanáticos se puede confundir con su parodia si no se deja claro que va de guasa. Pondría ejemplos, pero no tengo ganas de causar tumores cerebrales. Baste decir que en la misma línea mentan a Einstein, la Biblia y la última película que han visto sin que haya relación no sólo entre estos, sino con el tema en sí.
Esto último, como muchos sabrán, es la verdadera causa de esta paranoia: unos cuantos estafadores se aprovechan de la credulidad de la gente para sacarle los cuartos con libros ridículos y películas bobas. Por cierto, no critico la aparición de la película. Las productoras tienen el derecho de ganar dinero tanto con películas infantiles como pornográficas, así que una película sobre mayas que predicen el fin del mundo* es tan tolerable como cualquier otra obra. Siempre que sea de ficción, de calidad aceptable y no se esté aprovechando el sempiterno miedo del apocalipsis para vendernos una película oportunista. Claro que no pudo juzgar sin verla.
Por otra parte, sería injusto de no ser así.
* Ya puestos, podrían haber predicho la crisis económica.
1 comentario:
Gracias por linkarme... y la verdad, poco más se puede añadir.
Se avecina una era oscura para el pensamiento, e increíblemente será acogida con gran entusiasmo.
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