jueves, noviembre 5
Haruhi. hARUHI. HAruhi. haRUHI. HARuhi. harUHI. haruhi. HARUHI.
Ya he visto la "segunda temporada" de Suzumiya Haruhi no Yuuutsu, y sólo puedo expresar mi impresión como nefasta. ¿Acaso los personajes han sido mal llevados? No, de hecho se mantienen en su papel. ¿Quizás la animación se ha resentido? No, sigue siendo igual de brillante. El problema es el guión.
En primer lugar, hay que aclarar que no estamos ante una verdadera segunda temporada, sino ante nuevos episodios que han sido intercalados en la temporada "anterior". Así, la serie pasa a tener veintiocho episodios, una mitad, antiguos, la otra, nuevos.
Pues bien, de esos catorce episodios, ¡se llevan ocho contando exactamente la misma historia! De ahí, el nombrar a la epónima en el título ocho veces. ¿Cómo puede ocurrir algo así? Básicamente, porque se produce un bucle temporal que obliga a los protagonistas a repetir las mismas acciones miles de veces, ¡manda narices! Para colmo, los ocho capítulos se llaman Endless Eight, ¡qué graciosos!
Los guionistas no pudieron contarlo todo en un solo episodio, ¡claro! Necesitaban tres horas para contar lo mismo que en una octava parte. Esta gente se pone al frente de Memento, y les sale una saga como La Guerra de las galaxias, incluyendo la trilogía inédita. Increíble.
Respecto a los episodios no reiterativos, también tengo cosas que decir. Cinco de ellos se desarrollan durante el rodaje de la película rocambolesca que Haruhi y sus siervos de la Brigada SOS presentaron en el festival cultural (episodio antiguo). Aquí no se daría el caso anterior si no fuera porque ya lo vi. Básicamente es el "cómo se hizo", con lo que supone. Es decir, se cuentan detalles obvios, sobre todo en los dos primeros. También es justo decir que en los tres últimos aparecen detalles significativos. Una vez más, se siente esa sensación de que podrían haberlo contado en menos episodios.
Por último, curiosamente el primero, que sí cuenta algo que no se vio ni se intuyó anteriormente. No está mal a pesar de ser de la trama "seria". Tampoco me apetece criticar el único episodio realmente nuevo.
En resumen, decepcionará a quien disfrutara de la anterior serie dentro de lo razonable. Podría haberse quedado en cinco episodios y sería mejor. Yo sólo me explico semejante jugarreta si considero la sobrevaloración que esta serie tiene entre los aficionados a la animación japonesa. No es mala, pero tampoco una obra maestra. Simplemente se deja ver y es simpática. Con un público ganado desde la publicación de las novelas ligeras, el estudio Kyoto Animation debió de pensar que colaría cualquier cosa. Lo bueno es que no ha colado, y no pocos han decidido tachar el nombre de Haruhi Suzumiya de su lista de pendientes.
Lo realmente jodido es que, como los capítulos se intercalan con los antiguos, los nuevos espectadores deben de haber pensado, con razón, que la serie es un truño. Si alguien quiere ver la serie ahora, le aconsejo que conculte la lista, en la Wikipedia, para evitar:
· La puñetera reiteración, excepto el último.
· Ver el episodio de la emisión de la película antes de los del rodaje. Opcional saltarse los dos primeros.
Una lástima. Aún así, es de señalar que de la broma podemos sacar una nueva definición irónica de otaku en su acepción peyorativa: Otaku es aquel que ha visto todas las reiteraciones de Endless Eight y le han parecido lo mejor de la historia, ¡ja!
Para acabar, diré que también he visto Suzumiya Haruhi-chan no Yuuutsu, la parodia que los de Kyoto Animation tuvo que sacar, principalmente para que dejaran de tirarles piedras por retrasar la auténtica segunda temporada durante tres años. Con franqueza, ¡me ha hecho más gracia que la serie original! También es de señalar que son veinticinco cortos de cinco minutos de duración, por lo que no les quedan más remedio que apostar por gags breves y dinámicos, y que se ríen de sí mismos.
P.D: Reseña de la emisión original en Reseñas (VII) (clicar sobre "reseñas").
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