Dentro de poco tendré tema para más reseñas, pero mientras tanto, y aunque escribo relatos, no tuve para la semana anterior. Bueno, y también que el frío que hace es horroroso.
De todos modos, he tenido una inspiración. Por dos motivos, el primero se refleja en este par de vídeos.
¡El curso de ética periodística! Esa sección del antiguo Caiga quien caiga, presentado por El Gran Wyoming y emitido en Tele5, que dedicaba su esfuerzo a corregir titulares de prensa ambiguos y/o mal redactados. Mientras veía los vídeos, pude confirmar que siempre ha habido titulares horribles, y que la ausencia en los diarios actuales de correctores de estilo sólo incrementa su frecuencia de aparición. Por supuesto, hay más errores, como las faltas de ortografía (leer "bollante" y "abalaba" en un suplemento dominical es vergonzoso, como ya creo haber dicho), y los que considero peores, el mal empleo del léxico.
Estos últimos pueden deberse tanto a la ignorancia del periodista, como al empleo forzado de eufemismos para evitar términos supuestamente inapropiados. Un ejemplo se presenta en esta noticia del diario ADN, que publica el resultado de un estudio de la imagen social de la droga entre la juventud. El informe completo está enlazado en la noticia, en el cual incluyen incluso una clasificación de los jóvenes según su reacción, y el último tipo, "contradictorios", llama la atención por su descripción. Textualmente:
Les caracteriza la ambivalencia, incluso la contradicción
– en postulados morales
– en actitudes frente a los riesgos
(...)
Están por encima de la media en consumos ilegales
(...)
Sobrerepresentación de:
(...)
• Los que se sitúan en la derecha política
• Los católicos (practicantes o no)
• Los confesos de otras religiones
(...)
• Este concepto abre paso a la idea de “riesgo para otros”
– “yo sí tengo edad”
– “yo sí consumo en espacio/tiempo adecuado”
• Es el “riesgo de otros” el que soporta todas las estigmatizaciones
• El riesgo propio es objeto de una lectura subjetiva y circunstancial, que lo relativiza
Bien, pues el vocablo más adecuado no es contradictorios, sino hipócritas, y aún más cínicos. Critican en otros lo que ellos practican incluso muy frecuentemente. Comprendo que los investigadores evitan ofender, pero hay que llamar todo por su nombre. Por otra parte, se escribe "sobrerrepresentación", con dos erres, porque la letra erre inicial de "representación" se pronuncia como la doble intervocálica (este error es muy frecuente, como "pseudorotación" en vez de "pseudorrotación").
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