lunes, marzo 31

He sido estudiante.

El título es correcto, ya no soy estudiante, ¡porque he acabado la carrera! Tras siete años y medio, al fin estoy en la meta, tras cambios de plan de estudios, asignaturas convalidadas de modo arbitrario (e indebido), y otras muy difíciles.
Al final, he obtenido un notable y un aprobado (quizás provisional). Lo cierto es que el aprobado no lo esperaba, y ahora me doy cuenta de que podría haber conseguido un notable si no me hubiera puesto de los nervios, y hubiera repasado mejor un tema. De todos modos, ¡bienvenido sea! El notable, por su parte, me hizo dar saltos de alegría, pues es de una asignatura que repetía por tercera vez. En ello ha influido que cambiara de grupo, y de profesor (curiosamente, el profesor que tuve antes en esta asignatura es el único de la otra), y también que tras dos años y medio he estudiado como nunca.
Además, me ha sido concedida la beca del Ministerio, y el día siguiente de enterarme de mi recién estrenado título académico fue mi cumpleaños. Veintiséis años, parece mentira, pero ya estoy más cerca de los treinta que de los veinte. Debido a todo esto, la euforia ha sido tremenda, y he estado completamente ocioso durante casi tres semanas (las que pasaron entre la noticia del notable y la del aprobado), tanto que ni siquiera tengo ningún tema decente del que hablar. Ni siquiera reseñas, pues aunque cierto es que suelo escribir alguna, en entradas anteriores escribí un número alto de estas, y a falta de novedades, prefiero esperar, que ahora no puedo quejarme por falta de tiempo.
Por ello, y como el mes venidero es abril, y hay aniversario, intentaré tener preparadas cosas para entonces. Me sobra el tiempo, aunque sigo yendo al laboratorio, tengo que hacer el examen teórico para obtener el carnet de conducir, y he vuelto a solicitar prácticas de empresa. Eso sí, tengo que pensar en adelante qué quiero hacer con mi vida. Seguir estudiando o empezar a trabajar (preferiblemente en algo relacionado con mis estudios), o quién sabe si alguna otra alternativa inesperada (no me refiero al paro... de momento).
De todos modos, también pienso dedicarme al ocio, y aprovechar para leer libros atrasados, jugar con títulos pendientes, ponerme al día en tebeos en red llamativos, y ver series y películas esperadas. También estoy volviendo a ser habitual en algunas páginas interesantes de la red.
Entre otras series, me interesan enormemente Claymore y Genshiken, cuyas secuencias de apertura se ilustran a continuación:





En libros, tengo una pila impresionante que me regaló una de mis tías, que no le gusta leer, y que consiguió por una compañera de trabajo. El primero, no obstante, será Jardín de infancia, que me he comprado por mi cumpleaños. También tengo otra pila, más pequeña, de videojuegos. De momento, me dedicaré a Shin Megami TenseiPersona 3, también comprado por mi aniversario.
En fin, que con calma, pero sin pausa. Espero volver aquí dentro de poco. ¡Saludos!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno y qué quieres? un pin de felicitación? un corazón púrpura al valor? (bueno, esta quizás sí te la merexcas después de todo.)... por cierto, con todo lo que tienes para leer, ver y jugar....de donde sacas el tiempo? .....

mira he escrito algo más de cinco líneas sin decir una palabrota....

pásate por mi blog....xDDDD

Savage, Nick... exiliado en una remota isla volcánica

Koopa dijo...

No te felicito porque ya te lo dije vía mensajería instantánea =)

Ah, y Genshiken mola MUCHO, y Claymore, lo que he visto (Hasta el 12 o por ahí) también. Tiene un ending chulo

capolanda dijo...

¡Coño, ha comentado gran Nick Savage! Disculpa la tardanza en responder, es que soy así y respondo a final del mes.
¿Premio, por acabar la carrera? Sólo el placer de verme fuera de esa carrera de locos es ya un premio.
Sacaré tiempo del que dedico a gandulear (espero).
Sí, llama la atención, qué curioso... Aunque vendría bien que en algunos foros como los del 20 minutos les dieras alguna lección de las tuyas.
Ya me pasé por tu blog (¡Rayos, esto parece la canción de Don Pepito!), continúa ese relato que tiene buena pinta.

Koopa, apunto.