Antes de la entrada en sí, mis disculpas por no haber actualizado antes. He empezado un posgrado recientemente, y aún estoy adaptándome.
La otra noche, la semana pasada, un canal televisivo dejó de sintonizarse. Un familiar mío entró en mi habitación para ver si era cosa de la antena o específica del televisor. Determinó que era problema de la antena, y cambió el canal casualmente a Antena 3, que emitía Física o química. Antes de que apagara el electrodoméstico, pude oír, ¡No podéis prohibir los blogs! Entonces, como seguidor de Rob! que soy, intuí la esencia de la Genial!idad.
Resulta que los profesores de la serie estaban discutiendo acerca de prohibir las bitácoras virtuales. Es decir, los blogs. No, no todos, sino los que los alumnos habían creado en una actividad escolar. ¿El motivo? Por lo visto, uno de los alumnos aprovechó la circunstancia para cotillear a costa del personal y publicar detalles íntimos. Bien, pues algunos profesores deciden cerrar todos los blogs, en lugar de cerrar sólo aquel que publica información degradante, simplemente porque están en contra. De hecho, el personaje interpretado por la actriz que da vida a Victoria de Camera Cafe llega a decir algo como Yo los prohibiría todos.
Entonces llega el profesor perroflauta a exponer los pros. Opina que sería un atentado a la libertad de expresión, que un blog es bueno para exponer pensamientos personales y que sería inútil, porque existen numerosos sitios, como Blogger, que dan alojo a quien sea. Después, este último y otra profesora discuten por el mismo motivo, y la profesora acaba echándole en cara que duele mucho que saquen a la luz tu pasado con las drogas. Ahí lo dejé de ver.
A mí me parece que todos dicen verdades de perogrullo. Además, no me acaban de convencer esas posturas, me parecen forzadas. Me parece absurda la decisión de eliminar (esa es la palabra) todos los blogs, en lugar de sólo el paparazzo. ¿A santo de qué pagan justos por pecadores, cuando se puede actuar contra el culpable específicamente? Es tan absurdo como secuestrar El Jueves porque vuelva a sacar al niño del rey (pater meus dixit), y a El país y el ABC porque estaban en el mismo quiosco. Tan estúpido como detener a un individuo por robo, y a todos sus vecinos porque viven en el mismo bloque. Y si lo que quieren es conocer al autor de la gracia, ¡a investigarlo, coño!
Lo peor no es eso, sino que presentan una polarización de opiniones radical. A mí, y lo digo con franqueza, no me convence que una actividad escolar proponga a un alumno crear un blog. Más que nada, porque un (we)blog es una bitácora. Un diario, lo que entra en lo personal. Como bloguero, conozco muy bien esa sensación de no tener nada que contar. Si quieren que los alumnos redacten, para eso ya está la asignatura de lengua. Con argumentos como los anteriores, en un caso se llega a destruir la imprenta porque, como comenta George Orwell en 1984, fue el instrumento imprescindible de la propaganda y la manipulación política; y en el otro a permitir Los protocolos de los sabios de Sión porque, claro, siempre podrán editarlo de nuevo.
El mundo no es binario.
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